Los populares ya ven atada la investidura

Madrid

A los populares les parece que el anuncio de Felipe VI ha sido "premeditado". Algunos dirigentes creen que se ha hecho con antelación para presionar a los socialistas. Otros piensan que con el fin de ayudar a Javier Fernández, en su misión de lograr que los suyos se abstengan por responsabilidad política.

En las filas conservadoras opinan que ya está todo atado. A muchos cargos les parece que Mariano Rajoy y el responsable de la gestora del PSOE lo tienen hablado. Ven "tan tranquilo" a su líder que dan por hecho que habrá investidura in extremis y que en noviembre será presidente.

En la Moncloa consideran que sería conveniente acabar con esta situación de bloqueo político. Dicen que ellos "creen" el discurso de Fernández y esperan que nada se tuerza. Les dan tiempo para analizar su postura y no saben bien qué fórmula articularán al final: si contarán con la abstención total o parcial del PSOE (en función de si se produce una fractura interna) o si en un último extremo podría darse la ausencia de varios diputados socialistas que vendieran "como un gesto" ante la imposibilidad de hacerlo de otra forma.

Lo que tienen claro los populares es que en cuanto la legislatura arranque, con un gobierno en minoría, tienen que tender puentes. Por eso dicen que Rajoy necesita rodearse de ministros que sepan negociar. En el PP esperan no vivir un calvario y poder pactar con el PSOE y Ciudadanos varios asuntos. Aseguran que están dispuestos a hacer "retoques" en sus leyes más polémicas. Pero si, al final, la oposicion se alía para tumbar sus propuestas y derogar sus reformas, los conservadores recurrirán al Senado donde cuentan con mayoría absoluta y pueden paralizar todo durante varios meses.

De todos modos, en el PP confían en que los socialistas no torpedeen el camino. "Tampoco están fuertes como para hacerlo ahora. Otra cosa es cuando transcurra un tiempo. Pero si empiezan a dificultar mucho la gestión, se convocan de nuevo elecciones y punto", comenta un diputado convencido de que será una legislatura corta pero que a Rajoy le bastará para dejar hasta atada, si quiere, su sucesión.

Pero todo eso son las cábalas de algunos populares sobre un futuro lejano. Mientras que lo que importa ahora son las semanas que vienen por delante y en el calendario hay dos citas internacionales cruciales. Por un lado, el 20 y 21 de octubre se celebra el Consejo Europeo. Rajoy puede acudir a Bruselas sin problemas porque, para esa fecha, no se habrá movido aún ficha.

Por otro, está la Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias, los días 28 y 29. Si hay investidura, Rajoy no irá a Colombia pero España tendrá su representación. Asistirá el Rey, quien puede estar de vuelta para la jura del nuevo Consejo de Ministros, acompañado por el secretario de Estado para Iberoamérica o por titulares de Economía y Defensa, Luis de Guindos y Pedro Morenés, que no son diputados y por tanto, no tienen que estar presentes en la votación del Congreso.