La falsa denuncia falsa

Madrid

Una absolución por falta de pruebas no es una denuncia falsa, y una acusación que no queda acreditada no es una mentira intencionada. Con estos argumentos los jueces de la sección 30ª de la Audiencia Provincial de Madrid han decidido absolver a una mujer acusada de denuncia falsa después de que los tres procedimientos abiertos contra su pareja – uno de ellos por maltrato – hayan sido archivados.

Según esta sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER – que confirma la absolución ya dictada por un juzgado de lo penal – la mujer llegó a denunciar hasta tres veces al hombre: en una le acusó de amenazar con llevarse a su hijo, en otra de haber desaparecido con el pequeño durante varias horas y en una tercera de maltrato. Las tres terminaron en el cajón: en la primera la propia mujer retiró la acusación tras una reconciliación sentimental, en la segunda se archivó el caso después de que el hombre devolviese al niño por orden judicial, y en la tercera se dictó sobreseimiento por falta de pruebas. Concluidos estos tres procedimientos, el hombre decidió llevar a su expareja ante la Justicia por denuncia falsa, coacciones e injurias.

La acusación por injurias tuvo poco recorrido, y las sentencias se encargaron de enterrar las otras dos. En una sentencia contra la que no cabe recurso y dictada a finales de septiembre, la Audiencia Provincial es contundente: la mujer retiró una de las denuncias después de una reconciliación en la pareja, algo “muy común, este tipo de supuestos donde las mujeres que denuncian no mantienen la acusación y mucho menos desean declarar contra sus parejas”, añadiendo que eso “no significa que haya mentido cuando interpone la denuncia, simplemente las circunstancias familiares han variado”.

Añade además que, como en cualquier proceso penal, se trata de elegir entre “dos versiones contradictorias, que no significa que la parte cuya pretensión no se ha estimado esté faltando a la verdad en la narración de los hechos”. En el caso de la denuncia que interpuso por la desaparición de su hijo, recuerdan los jueces que son “hechos ocurridos”. Recuerdan los magistrados que son ellos los que valoran los hechos para ver si alcanzan la categoría de delito, negando que se pueda equiparar una absolución del denunciado con una denuncia falsa de la denunciante: “El hecho de que no queden acreditados más allá de toda duda razonable no significa que la parte que denunció en su momento haya faltado a la verdad”, dice la sentencia. 

Ana Fernández es la abogada que ha llevado la defensa de la mujer: 

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Ni denuncia falsa ni tampoco mala fe: la sala también rechaza que el denunciante deba ser condenado en costas por, tal y como denunciaban la mujer y también la Fiscalía, actuar con temeridad y mala fe durante este proceso judicial “por mantener una acusación sin base”. Explica la sentencia que además de su acusación, varias resoluciones judiciales han avalado que el asunto llegue a juicio y que por tanto no cabe entender que sea “un ejemplo de temeridad o mala fe”, aunque el proceso haya terminado en absolución por todas las razones expuestas.

Más absueltas que condenadas

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En los últimos seis años, la Fiscalía General del Estado ha recopilado las cifras que dibujan las circunstancias residuales en las que una mujer es acusada de denunciar en falso a un hombre de maltrato. Según la última memoria del organismo, desde 2009 hasta 2015 se han abierto 164 procedimientos por denuncia falsa, con un balance de 74 archivos o absoluciones frente a 63 condenas y 27 asuntos todavía en trámite, y por tanto con más absueltas que condenadas en este tipo de procedimientos. Si en los últimos seis años se han interpuesto un total de 913.118 denuncias por posible violencia de género, el porcentaje de mujeres condenadas por denuncia falsa es actualmente del 0,0069 por ciento.

Destaca también la Fiscalía que de las 63 condenas, un total de 35 se hicieron a través de una sentencia de conformidad: con la acusada reconociendo los hechos y aceptando ser condenada. Para el Ministerio Público, este porcentaje tan alto de conformidades demuestra “las características, peculiaridades y aristas que plantea” la violencia de género, según decía su última memoria presentada. El año en que se abrieron más procedimientos por denuncia falsa fue en 2012, con 32 incoaciones traducidas en 14 condenas y otras tantas absoluciones.

Un informe del Consejo General del Poder Judicial del pasado mes de marzo analizó 500 sentencias de violencia de género y dejó una cifra más generosa aunque igualmente residual de estas denuncias falsas: sólo dos casos de la muestra, un 0,4% del total. Recordaba el Consejo, como ya hizo en 2013, que estas afirmaciones “banalizan peligrosamente” la violencia de género y cuestionan “el derecho de las mujeres que la sufren a obtener la tutela judicial efectiva”. En uno de los dos casos señalados en el informe, además, el CGPJ destaca que la víctima – una mujer de Las Palmas – intentó exculpar a su pareja, contradiciendo incluso a un agente de la Guardia Civil que había presenciado la agresión.

Cuentas “inverosímiles”

A lo largo de sus memorias de los últimos nueve años, la Fiscalía ha dedicado todo tipo de calificativos a aquellos que ponen en duda las estadísticas alegando que en una absolución puede esconderse una denuncia falsa: en 2010, por ejemplo, el organismo calificaba estas teorías de “inverosímiles cuentas” e “injustificada postura”, criticando que se intente identificar una absolución por falta de pruebas con una mentira de la denunciante. En 2011, la Fiscalía denunció que estas afirmaciones se hacían además “sin apuntar la fuente que las sustentaba”, y en 2013 esgrimieron la estadística para afirmar que “es lo suficientemente elocuente para rebatir las voces que se alzan en torno a la existencia de denuncias falsas”.