Álex García: "Nos han educado en el machismo y eso se nota en las series"

Madrid

Estar frente a frente con Álex García dentro de su zona de confort impone. El actor es un seductor innato, pero también un hombre que sabe cómo tratar a la prensa y cumplir con sus quehaceres promocionales de forma impecable.

Durante mí aventura en Tiempos de guerra, la nueva serie de Antena 3, tuve los minutos pertinentes para hablar con el cabeza de cartel de esta producción que pretende hacer las delicias de todo ese público que quedó prendado de Velvet...y esto fue lo que me contó:

Hace un año, Teresa Fernández-Váldes, showrunner de Bambú Producciones, me comentó que todavía no habías tenido el papel protagónico que mereces. ¿Crees que este personaje va a marcar un antes y un después en tu carrera?

Eso nunca se sabe. Esta profesión es muy caprichosa y a veces haces un personaje en el que nadie confía, pero que a la larga te da muy buenas noticias. Otras, haces un personaje con más expectativas y no pasa absolutamente nada.

Es cierto que 'Tiempos de guerra' está siendo un viaje muy interesante porque tiene mucha 'chicha'. Los actores tenemos el defecto de que solo nos fijamos en lo nuestro y yo siempre quiero más y más.

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'Tiempos de guerra' no muestra la mejor cara de nuestro país, pero sí una real

'Tiempos de guerra' va a coger el testigo a 'Velvet'. ¿Vértigo?

Me encantaba 'Velvet', pero 'Tiempos de guerra' tiene muy poco que ver con esa serie. En 'Tiempos de guerra', lo bélico coge bastante peso y está muy presente en la trama.

Una de las críticas que recibía frecuentemente 'Velvet' era la ausencia de contexto histórico. Sin embargo, 'Tiempos de guerra' parte de un hecho sociopolítico real, ¿no?

El contexto histórico en 'Tiempos de guerra' está muy presente. Además, en todas las tramas intentamos que se siga manteniendo vivo el nerviosismo y la crueldad de la guerra. En ese sentido, los personajes de la serie tienen una carga muy diferente a los de 'Velvet'.

'Velvet' ha dado la vuelta al mundo y tenemos que estar muy orgullosos. Esperemos que pase lo mismo con 'Tiempos de guerra' porque estamos contando la historia de nuestro país. No es nuestra mejor cara, pero sí una real.

En 'Sin tetas no hay paraíso', Amaia Salamanca y tú apenas os veíais el pelo y ahora vais a protagonizar lo que puede ser la gran historia de amor de la temporada. ¿Te lo pudiste llegar a imaginar por aquel entonces?

Es curioso porque en 'Sin tetas no hay paraíso' nunca compartíamos tramas, pero sí hubo un día en el que tuvimos unas frases juntos y dijimos: ‘nos tienen que escribir una serie para los dos’. A veces tienes que tener cuidado con lo que deseas porque, ocho años después, la vida nos ha vuelto a juntar...

¿Cómo valoras el tipo de ficción que se está desarrollando últimamente en nuestro país?

Se está haciendo una ficción comercial, pero también una más arriesgada. El público cada vez se vende más caro y eso hace que las productoras se pongan las pilas. Bambú Producciones ha marcado un antes y un después, pero también Vancouver con 'La Casa de Papel' o Globomedia, que ha sabido reformar su ficción.

Falta que la técnica y la interpretación estén al mismo nivel para hacer series como HBO

En tu opinión, ¿qué le falta a la ficción 'Made in Spain'?

El actor debe empezar a coger relevancia. Últimamente se le da mucha importancia a la técnica, y así nos valoran más en el extranjero, pero nos falta que la técnica y la interpretación estén al mismo nivel para hacer series como HBO.

También se están haciendo series en las que se remarca mucho más el papel de la mujer. Era necesario, ¿no?

Por su puesto. Mi pareja es actriz y también tengo muchas amigas que están cansadas de recibir únicamente papeles con una trama secundaria que depende de la trama masculina. En este sentido, una de las virtudes de 'Tiempos de guerra' es que tenemos unas mujeres que trabajan y tienen independencia absoluta de la trama amorosa.

Ya era hora que un protagonista femenino tuviera personalidad, voz y voto…más allá de las tramas que no dejan de ser machistas porque nos han educado en el machismo y desgraciadamente en la profesión se nota. Por tanto, todo lo que sea la lucha por la igualdad es bienvenido.