¿Por qué es la calabaza uno de los símbolos de Halloween?
La venta de esta hortaliza se dispara para esta celebración
A día de hoy no se concibe una fiesta de Halloween sin sus características calabazas. Durante el mes de octubre, millones de personas en todo el mundo tallan rostros fantasmagóricos sobre esta hortaliza e incluyen una vela en su interior con el objetivo de crear candiles terroríficos que se convierten en los guardianes de cada vivienda durante la noche de los muertos.
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Pero, ¿por qué se han convertido en un símbolo? Por curioso que parezca, el origen de tallar calabazas con rostros fantasmagóricos no está relacionado con Halloween, ni con la fiesta pagana del Samhain, celebrada por los pueblos celtas desde antes del nacimiento de Cristo. Hay que remontarse a la época de la colonización de América para descubrir la razón por la que las calabazas se han convertido en un símbolo de esta fiesta.
Los historia de Jack-o'-lantern
El origen de tallar calabazas reside en el viejo relato popular irlandés de 'Jack-o'-lantern'. Este mito narra la historia de un astuto granjero conocido como Jack, un hombre que usó una cruz para atrapar al Diablo e impedir que este se llevara su alma.
Los orígenes de Halloween
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Una de las versiones de la historia explica que el granjero engañó al Diablo, cuando este quería arrebatarle su alma, haciéndole subir a un manzano y poniéndole cruces alrededor para que el ser maligno no pudiera bajar. Dado que el Diablo quedó atrapado en lo alto del árbol, Jack le aseguró que no le permitiría bajar hasta que este le prometiera que nunca se llevaría su alma, consiguiendo así la inmortalidad de la misma.
La versión alternativa
Mientras tanto, otra versión del mito asegura que Jack estaba siendo perseguido por varios aldeanos cuando se encontró con el Diablo, quien le dijo que había llegado el momento de su muerte. Fue entonces cuando el granjero pidió al ser maligno que castigara a los aldeanos que le perseguían, puesto que eran fieles a Dios. Le pidió que se convirtiera en una moneda con la cual pagaría por los bienes robados. A continuación, cuando la moneda desapareciera, los aldeanos se pelearían entre sí para descubrir quién era el verdadero ladrón.
Cuando el Diablo accedió a convertirse en moneda, este saltó hasta el saco de monedas de Jack, que para su sorpresa tan solo contenía una cruz en su interior, atrapando así al Diablo para siempre. En ambas teorías, Jack únicamente deja escapar al Diablo cuando este accede a no llevarse su alma jamás. Años más tarde, tras la muerte de Jack, su alma quedó vagando en la Tierra, puesto que no podía entrar en el Cielo ni en el infierno por el acuerdo con el Diablo.
Tras preguntarse cómo podría ver hacia dónde se dirigía, puesto que no tenía luz alguna, el Diablo le arrojó una brasa que nunca dejaría de arder. Después de recibir la brasa, Jack la insertó en uno de sus nabos (su comida favorita) y comenzó a vagar sin rumbo por el mundo con el objetivo de encontrar un lugar donde descansar. Desde entonces, Jack fue renombrado como 'Jack of the Lantern' o 'Jack-o’-Lantern'.
Jack-o'-lantern llega a América
Desde entonces, los irlandeses y escoceses comenzaron a elaborar cada año la conocida como linterna de Jack. Un nabo tallado con la cara tenebrosa del granjero. Estas solían ser colocadas en las ventanas para ahuyentar al diablo y a todo espíritu maligno. Mientras tanto, en España se ahuecaban los nabos y se colocaban velas en su interior para marcarles el camino a las almas al descanso eterno.
Al llegar como colonos a América, los emigrantes irlandeses descubrieron, entre otras frutas y hortalizas, la calabaza. Dado que la producción de calabazas era abundante, puesto que se cosecha durante las primeras semanas del otoño, decidieron sustituir los nabos por esta hortaliza para ahuyentar al diablo y guiar las almas de quienes ya no están. Desde entonces se han convertido en un símbolo de lo que hoy se conoce como Halloween.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...