Los huérfanos de la violencia machista se hacen visibles en Bruselas
Familias beneficiarias de las becas Soledad Cazorla denuncian en el Parlamento Europeo su desamparo y desprotección
Madrid
David, Isabel, Joshua, Juana y Paloma se acaban de conocer. En un viaje a Bruselas. Tienen mucho en común. Una mochilla llena de dolor y de rabia pero también les une una lucha amarga y en soledad. Son huérfanos y familias que se han hecho cargo de estos menores castigados de por vida con la forma más cruel de la violencia de género: el asesinato de sus madres.
Todos son beneficiarios del Fondo de Becas Soledad Cazorla, un programa que ha recibido esta semana en el Parlamento Europeo el premio "Silver Rose: Together for a social Europe" concedido por la organización Solidar por su apoyo a las víctimas más invisibles y olvidadas por el Gobierno.
El presidente del Fondo, Joaquín Tagar, y la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, se los han llevado a Bruselas para que les expliquen personalmente a los políticos su situación de indefensión, las grandes dificultades y obstáculos a los que se enfrentan. Sus historias dejaron con la boca abierta a los eurodiputados.
Como la de Joshua. Su madre fue asesinada el año pasado en Redondela por su expareja. Hizo volar la casa con bombonas de butano y gasolina. Este joven se hizo cargo de su hermano de diez años. No recibió ninguna ayuda pública para reconstruir la vivienda que quedó destrozada. Lo pudo hacer gracias a la solidaridad de los amigos y vecinos de su madre. Organizaron el concierto Sesé Somos Tod@s para recaudar fondos.
Como prueba desamparo de Josua, el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad todavía tiene bajo investigación el caso de su madre. No lo contabiliza en su estadística anual.
Isabel era una adolescente de trece años cuando su padre mató a su madre. Salió adelante con el cariño de su abuela y de sus tíos. Ahora es mayor de edad y la beca ha sido fundamental para seguir con sus estudios del ciclo superior de cocina. La Seguridad Social le denegó la pensión de orfandad. El motivo: su madre no había cotizado.
Casi un año después de dar el primer paso, el Congreso de los Diputados todavía no ha aprobado la proposición de ley del PSOE que garantiza una pensión de orfandad digna para "todos" los huérfanos, aunque sus madres no cumplan los requisitos que exige la ley. En la actualidad, los que la reciben solo cobran 140 euros al mes.
Tras el asesinato de su hija, la abuela Juana tuvo que sacar adelante a sus tres nietos en una situación económica precaria. Era mileurista y con hipoteca de 500 euros. Solo contó con ayuda del ayuntamiento que le pagó la guardería al más pequeño, un bebé de meses. Tuvo que batallar ante los tribunales contra la Seguridad Social que le regateó los derechos de sus nietos a la pensión.
Paloma y su madre Juana han tenido que soportar además la decisión de un juez de no concederles una orden de protección. El asesino ya ha obtenido el tercer grado y solo va a dormir a la cárcel. Ellas temen por su seguridad.
El testimonio de David conmovió hace año y medio al Congreso de los Diputados. Él y su mujer Cristina tuvieron que superar todo un calvario para poder adoptar a su sobrina, una pequeña de tres años que estaba en casa cuando su padre, un guardia civil, mató a su madre. Por fin tienen la adopción, pero la Seguridad Social le ha retirado a la cría la pensión de orfandad porque ya no la considera huérfana. La Fiscala Soledad Cazorla se implicó personalmente en este caso tras conocer que un juez había concedido el régimen de visitas a su padre en prisión por el asesinato. Gracias a su intervención se suspendieron inmediatamente los encuentros.
Todas estas familias han trasladado al Parlamento Europeo sus reivindicaciones, mayor protección y ayudas para rehacer sus vidas. En la entrega del premio, la eurodiputada socialista Elena Valenciano, pidió a los países europeos que sigan el ejemplo del programa de becas que llevan el nombre de Soledad Cazorla. Su viudo, el periodista Joaquín Tagar, considera imprescindible la elaboración de un estudio europeo sobre la realidad de estos menores. Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, demanda una “potente” directiva europea sobre violencia de género.
189 menores perdieron en los últimos cinco años a sus madres por culpa de la violencia de género, 27 en 2017. El Pacto de Estado, aún sin presupuesto y sin implantación, incluye una veintena de medidas para la protección y asistencia de estos niños y niñas. Entre ellas figuran la retirada de la custodia compartida y la suspensión del régimen de visitas en estos casos.