Una historia de éxito hotelero construida en valores

Premio ‘HolidayCheck Award’ durante doce años consecutivos. Premio 'Tui Holly' cada año durante la última década como uno de los 100 mejores hoteles del mundo. Instalado desde hace años en el Certificado de Excelencia TripAdvisor, siendo uno de los hoteles más valorados en las Islas Canarias con un 95% de opiniones sobresalientes. Un restaurante, Los Guayres, con una recomendación en la Guía Michelín 2018. Uno los mejores microclimas del mundo según la Unesco y la OMS... Podríamos pasar horas enumerando las virtudes y galardones del Hotel Cordial Mogán Playa, uno de los grandes referentes del turismo familiar en Gran Canaria y en todo el archipiélago que, sin embargo, mantiene los pies en el suelo fiel al mismo mensaje que cuando empezó: los valores son lo primero que tiene que llegar al cliente.

“Lo que hacemos por nosotros mismos muere con nosotros; lo que hacemos por los demás y por el mundo permanece y es inmortal”. Esa cita de Albert Pike es lo primero que uno ve cuando recibe un email de su director, Alberto Pernalete. Y la traducción de esa frase, aplicada a su negocio, la comprendemos rápidamente cuando le preguntamos por su estrategia. "Tratamos de que nuestros empleados sean conscientes del impacto que tenemos todos en la vida de nuestros huéspedes, ya que con nuestra labor diaria, con nuestra cordialidad en el trato y la sincera preocupación por el bienestar de nuestros visitantes generamos experiencias transformadoras que les dan felicidad y que permanecen en su recuerdo para siempre", expica Pernalete al tiempo que hace hincapié en el "enorme esfuerzo" que pone la empresa en que cada empleado "asimile y visualice permanentemente que, más allá del puesto que ocupe en la organización, sienta que su trabajo es importante y vital para generar estas experiencias".

La clave está la palabra que da nombre a la empresa: Cordial. No fue elegida al azar. Nicolás Villalobos, director general de la cadena Cordial Hotels & Resorts, destaca que el lema que da sentido a todo el proyecto, por encima de todo, es "la cordialidad de un equipo humano orientado de corazón al huésped" como vehículo para "asegurar la mejor experiencia vacacional posible".

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Una vez fijada la parte intangible de su promesa de marca, basada en "ofrecer experiencias Be Cordial", el establecimiento apuesta por su otro 50%, que son los atributos tangibles: un producto atractivo, de calidad, bien mantenido, con bonitos jardines, con zonas de ocio y esparcimiento, amplias piscinas, una reconocida oferta gastronómica... "Se trata de un hotel espectacular, muy singular, lleno de lindos y sorprendentes rincones, con un jardín tropical compuesto por más de 500 variedades de plantas y árboles de todo tipo y procedencia. Si a todo ello le sumamos que está ubicado en uno de los sitios más bonitos de la isla, el Puerto de Mogán, un antiguo puerto de pescadores que aún hoy mantiene ese sabor especial de pueblo marinero, casi está todo dicho", cuenta Pernalete.

Y es que Puerto de Mogán tiene algo especial, no solamente para el turista peninsular y el extranjero, sino también para el local. "Tiene una climatología única debido a su localización en el suroeste de Gran Canaria, protegida por las cumbres de los vientos alisios predominantes, conserva la autenticidad de un destino con una población dedicada tradicionalmente al sector primario y combina la belleza de una playa coqueta, un pintoresco puerto marinero y un valle subtropical", añade Villalobos.

Dar un paseo por Mogán o por los jardines y piscinas del hotel es es tan idílico como hacerlo por los comentarios de los clientes en TripAdvisor, un hilo de elogios, agradecimientos y ganas de repetir que solo se explican gracias a la "casi obsesiva preocupación" del hotel por escuchar al cliente. El secreto para mantener el nivel de éxito está claro: "No hay que dejar de emplear recursos e inversiones en el mantenimiento de nuestras instalaciones, pero tampoco hay que dejar, nunca, de contribuir a la formación del personal, no solo en su desempeño profesional, sino en el espíritu de equipo, un equipo donde todos somos importantes", concluye Pernalete.

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