Parón y examen final para Lopetegui

Madrid

"Tenemos un parón que nos vendrá bien para recuperar las sensaciones de equipo y de juego". Son palabras de Julen Lopetegui después de la derrota de su equipo en Mendizorroza, la tercera en cuatro partidos en los que el Real Madrid ha sido incapaz de encontrarse con la portería contraria.

El equipo blanco naufragó con estrépito en el Pizjuán pese a que todavía saboreaba las mieles de su gran victoria en la Champions ante la Roma y venía de ganar en la Liga por la mínima al Espanyol. Cayó ante los de Machín y empezó a mostrar que no iba a ser tan fácil hacer goles después de la marcha de Cristiano pese a que todo el madridismo había renovado su fe en Benzema y Gareth Bale.

Después llegó el empate ante el Atlético, en un derbi en el que los blancos apenas amenazaron el marco de Oblak, y las derrotas de la Champions ante el CSKA y el Deportivo Alavés. En todas ellas, el elemento común fue la falta de gol, que se sumó a las bajas de hombres tan importantes como Marcelo e Isco a los contratiempos sufridos por Benzema y Bale ante en Mendizorroza, donde ambos se tuvieron que retirar con molestias.

Dudas en el Real Madrid

El parón llega en el momento en el que las dudas sobre la contunuidad de Julen Lopetegui se han instalado en la casa blanca, como explicaba anoche Mario Torrejón en 'El Larguero'. El técnico se ve con fuerzas de revertir la situación y para ello debe aprovechar el tiempo que tiene por delante. Le servirá, por ejemplo, para recuperar efectivos desde la enfermería. "No es normal lo que nos está pasando con las lesiones y para que salgan las cosas es importante que estemos todos", dijo el sábado.

Después del parón, el técnico vasco tendrá que afrontar tres partidos en el que todos suenan a examen final aunque el último de ellos sea el gran Clásico ante el F.C. Barcelona. Porque pinchar ante el Levante en el Bernabéu en la próxima jornada de Liga (20 de octubre) podría ser demasiado. Y fallar en el siguiente partido de la Liga de Campeones contra el Viktoria Plzen (23 de octubre) haría que el equipo blanco se complicara mucho la clasificación en un grupo en el que parecía tener el primer puesto prácticamente asegurado.

El Clásico del 20 de octubre en el Nou Camp será la última parada de este calendario que debe quemar con éxito el Real Madrid para revertir su situación actual. Llegará en una situación poco habitual si se mantiene la tónica de las ocho primeras jornadas de Liga, que ha hecho que ninguno de los dos grandes lidere la competición y que ambos lleven varias semanas consecutivas sin ganar (tres el Real Madrid y cuatro el Barcelona).

Será un partido clave para ambos dada su actual racha con la que se están sorprendiendo mutuamente, como quedó demostrado cuando el propio Lopetegui decía tras peder en Vitoria que lo peor que le podía pasar es que se quedara a tres puntos del líder de la Liga. Falló, como el Barça, y pese a todo está a dos del Sevilla, actual líder de la Liga.