Pablo Ibar espera que el jurado dé su veredicto a final de esta semana
La defensa ha demostrado manipulación en las pruebas y falsedad en los testigos
Madrid
El nuevo juicio a Pablo Ibar, el español que lleva 24 años encarcelado por un triple asesinato que asegura que no cometió y del que no hay pruebas concluyentes, encara esta semana la recta final. Este lunes, la defensa dio por concluido su turno, por lo que este martes se ha abierto la réplica de la Fiscalía. A partir del miércoles, previsiblemente, se reunirá el jurado para deliberar. Según el jefe del equipo de abogados de Ibar, Benjamin Waxman, conoceremos el "culpable o no culpable" a final de esta semana o, como tarde, a inicio de la próxima.
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En caso de que los doce miembros del jurado, que tienen que tomar una decisión unánime, consideren a Ibar inocente, este español quedaría en libertad, en cuestión de horas. En caso contrario, si el jurado le declara culpable, se iniciará una nueva fase del juicio para decidir si es condenado a cadena perpetua o a pena de muerte, como pide la Fiscalía. De suceder esto último, según la defensa, la condena por parte del juez aún tardaría entre cuatro y seis semanas más. Si el jurado no llega a una conclusión unánime, como ya sucedió en el primer juicio que afrontó por este caso Ibar en 1997, se disolverá el tribunal y se reiniciará el juicio.
Después de que el Supremo de Florida ordenara repetir el juicio reconociendo que Ibar fue condenado con pruebas débiles y escasas, en el nuevo proceso se han revelado irregularidades como testimonios falsos o manipulación de pruebas por parte de la policía, que ha reconocido que no siguió evidencias de la investigación que señalaban a otros culpables.
Durante esas sesiones, el principal testigo del caso reconoció que el hombre que aparece en el vídeo del crimen y en el que la Fiscalía dijo reconocer a Ibar, podría ser el acusado o “un amigo suyo de la bolera”. Otro de los testigos que declararon en contra de Ibar en juicios anteriores, Gene Klemetzko, reconoció que dio falso testimonio porque le sobornaron con 1000 dólares y que fue el detective al mando de la investigación quien aprobó ese pago.
En las últimas horas, la defensa ha exigido la entrega de unas cintas de videovigilancia que sitúan a Pablo Ibar, según el Ministerio Público, en el local del Kasimir Sucharski, una de las víctimas, la noche previa al asesinato. La defensa de Ibar no tuvo conocimiento hasta 16 años después del crimen de la existencia de estas cintas. Los expertos consultados por el equipo de Waxman han encontrado rastros magnéticos que demuestran que su contenido fue borrado bajo custodia policial. En la administración, también fue eliminado el nombre de la persona que retiró temporalmente esa prueba.
A pesar de las buenas sensaciones que han tenido en este tercer juicio, la familia es prudente. Más de dos décadas de batalla judicial les han servido para evitar optimismos precipitados, aunque como asegura la mujer de Ibar, a pocas horas de un veredicto los pensamientos no cesan. "Están siendo semanas muy duras, con muy pocas horas de sueño", lamenta la Tanya Ibar. El expresidente de Amnistía Internacional y actual portavoz de la Asociación contra la pena de muerte Pablo Ibar, Andrés Krakenberg, apunta en la misma dirección: “Ni optimismo ni pesimismo: ¡determinación!”. Saben que en cuestión de días su vida puede cambiar por completo, sea hacia la liberación de Ibar o hacia la pena capital.