La cruzada personal del juez de Vox tras su condena por prevaricación

Madrid

El portavoz de Vox en Andalucía, Francisco Serrano, admite que por fin ha podido quitarse la estaca que llevaba clavada en el corazón, según sus propias palabras. La vida del juez Serrano cambió completamente tras ser condenado en 2011 por prevaricación al alterar un régimen de visitas de un menor para que saliera con su padre de nazareno en la Semana Santa de Sevilla.

Ser inhabilitado por prevaricar es de lo peor que le puede pasar a un juez. Y el líder de la extrema derecha se lo tomó como una puñalada. Desde ese momento, comenzó una auténtica cruzada contra la ley de violencia de género y contra el movimiento feminista al tiempo que intentó restaurar su honor ante el Supremo, el Constitucional y ante el Tribunal de Estrasburgo.

Francisco Serrano fue siempre un personaje mediático y polémico en Andalucía. Y lleva años repitiendo sin cesar una mentira: que más del 90 por ciento de las denuncias que presentan las mujeres maltratadas son falsas. Dice que las estadísticas y las encuestas están manipuladas porque la dictadura y la ideología de género controlan el sistema y han contaminado hasta la ONU y Unicef.

Twitter deja buena huella de sus mensajes machistas y vejatorios: en la red habló de "feminazis psicópatas" de género o de "piojosas de ultraizquierda" que se declaran "putas, brujas y bolleras". Eso si, niega que ataque a las mujeres y para rebatir esa acusación constantemente menciona que tiene dos hijas. Nació en Madrid, pero reside desde niño en Sevilla, donde dirige su propio despacho de abogados.