La tercera parte de la población mundial carece de acceso a medicamentos esenciales
En los países con crisis humanitarias es donde más penetran los fármacos falsificados. Un negocio ilegal que mueve 66 billones de euros al año
Santiago de Compostela
Seis millones de personas mueren todos los años por no tener acceso a unos 433 fármacos esenciales para mantener la salud pública. El dato lo aporta la Organización Mundial de la Salud y nos referimos a medicamentos tan básicos como los antibióticos, los antivirales o los analgésicos. Menos del 10% de los centros sanitarios de países con crisis humanitarias cuenta con una cesta básica de medicinas para tratar enfermedades no transmisibles, lo que deja a 2.000 millones de personas desatendidas en todo el mundo.
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Con este panorama, el III Congreso de Cooperación Internacional de la OMC que se celebra estos días en Santiago de Compostela, exige que este acceso sea considerado un derecho universal de la humanidad. "África sigue siendo la gran olvidada" explica Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial, pero "aparecen nuevos escenarios como el Mediterráneo en el que al efecto clásico de las migraciones africanas se ha sumado la guerra en Siria" y también "son especialmente complejos los entornos latinoamericanos donde tiene mucho que ver la gestión política". Mencionaba el caso de Venezuela donde "hay tantos recursos económicos que no se entiende ese escenario de carencias".
Es en estos lugares donde más penetran los fármacos falsificados. Un negocio subyacente que, según The Lancet, mueve anualmente un mínimo de 66 billones de euros. En este Congreso se han denunciado los recortes en ayuda oficial al desarrollo de España y se ha pedido "a las comunidades autónomas que liberen días libres a los médicos que no piden dinero, que solo quieren mostrar su solidaridad viajando a zonas de conflicto". Actualmente, hay un millar de médicos inscritos en el registro de cooperantes de la OMC, pero el grueso de comunidades sigue sin facilitar los permisos laborales para ayudar en misiones humanitarias a pesar de que la Ley del Voluntariado obliga a ello desde hace 3 años.