Urkullu, el testigo perfecto
El lehendakari ha dado una imagen de solidez en las respuestas con datos muy precisos
Madrid
El lendakari ha explicado ante el tribunal del juicio del procés que en todo momento hubo intentos de negociación y contactos con el partido del gobierno y otras formaciones políticas para tratar de frenar e impedir la aplicación del 155. Una argumentación que confronta lo dicho por Junqueras o por Raül Romeva al asegurar que "la silla (de interlocución con el Gobierno) estaba vacía".
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La imagen de solidez en las respuestas y datos muy precisos aportados por Urkullu pueden servir al tribunal para reconstruir como se produjeron los contactos y mediaciones que pretendían evitar la aplicación del artículo 155 que llevo a la intervención del gobierno de la Generalitat.
Puigdemont siempre estuvo dispuesto al diálogo, incluso a convocar nuevas elecciones para frenar la intervención de su gobierno pero Rajoy se mostraba renuente a dar cualquier paso que pudiera interpretarse como una negociación. Urkullu ha desvelado sus impresiones personales sobre quien estaba dispuesto a negociar y quien no y la balanza se inclina por Puigdemont ya que Rajoy "no era proactivo" a encauzar la situación.
Las declaraciones de Urkullu desmontan la insistencia de dos de los procesados, Junqueras y Romeva, quienes se aferraron en sus declaraciones a que se vieron obligados a seguir la hoja de ruta de convocar el referéndum y la DUI porque nadie " al otro lado" quería dialogar para llegara a un acuerdo. Pero el lendakari trajo también claridad sobre la imprecisión de Rajoy en los intentos de diálogo. Casi como si fuera una grabadora, Urkullu dio datos muy precisos sobre sus encuentros con Rajoy y lo que este le trasmitió. Rajoy no era proactivo a encauzar la situación.
Testigo perfecto
Una exposición clara, seria, sin frases encadenadas que te hacen perder la atención y contestando a lo que se le pregunta. De hecho, creo que ha sido de los pocos testigos a los que el tribunal no ha tenido que llamar la atención en ningún momento porque se dispersaban en sus repuestas o las hacían con intencionalidad política barriendo para su casa.
Nada de eso. Su impostación de la voz, su contundencia para contar lo que sabe y no añadir florituras se puede analizar como el testigo perfecto: lo que busca el tribunal. Un portavoz de la verdad que ha desmentido a Junqueras cuando decía que no había cauces para el diálogo con el gobierno o que ha desmentido a Rajoy al recordar fechas, lugares y minutos de sus contactos con el presidente del gobierno.
El tribunal ha obtenido la sensación que hemos absorbido también los informadores o el público. Urkullu ha sido un testigo sólido que no se casa con nadie, salvo con lo que vio, escucho o sintió. Un testigo perfecto.
Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...