Carpetazo a la persecución judicial sobre Helena Maleno

Llamar a Salvamento Marítimo o la Marina Marroquí para dar aviso de una patera en dificultades no es delito ni en España ni en Marruecos, ni favorece de ninguna manera que la gente se eche al mar. Se acabó la coartada policial de algunos mandos de los cuerpos de seguridad españoles que durante 7 años ha perseguido a la conocida activista y defensora de los de derechos de los migrantes. El Tribunal de Tánger, que desde 2017 investigaba a Helena Maleno por su labor en la ayuda a las personas que le pedían auxilio en El Estrecho, ha archivado definitivamente el procedimiento.

Según ha podido saber la Cadena SER, el juzgado marroquí notificó la semana pasada a la abogada de Maleno el archivo final de la causa por la que tuvo que comparecer en hasta tres ocasiones ante el magistrado tangerino. De hecho, el juez había decretado ya el archivo hace unas semanas pero ante un recurso presentado ante el Tribunal de Apelaciones de Tánger, acaba de reafirmarse en su decisión y da carpetazo definitivo a la persecución penal que se cernía sobre la también investigadora española, que se ha enfrentado a la posibilidad de una pena que podría haber llegado incluso a la cadena perpetua, según recoge el código penal marroquí para los delitos de los que se le acusaba: tráfico de seres humanos y favorecimiento de la inmigración irregular.

“Además del riesgo de ser encarcelada, la activista ha sido objeto de amenazas, agresiones físicas y actos de difamación. Sin embargo, Helena no dejó ni un día de atender las llamadas de socorro” afirman desde el equipo jurídico que la ha defendido.

Un polémico dossier de la policía española que saltó a Marruecos

La pesadilla de Maleno comenzó en 2012 , a raíz de una investigación que comenzó la policía española y que se prolongó durante 4 años en los que pincharon sus teléfonos e investigaron detalles de su vida privada, que según su equipo jurídico no solo estaban totalmente fuera de lugar , sino de cualquier procedimiento policial o judicial adecuado.

El seguimiento de todos los movimientos de Maleno y su entorno se prolongó hasta 2016, fue entonces, en noviembre de ese año, cuando la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Policía Nacional) remitió el informe policial a la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Sin embargo, el 6 de abril de 2017 la Fiscalía archiva el expediente, afirmando que “de lo investigado no se deduce nada delictivo”. A pesar de la contundencia de la fiscalía de la Audiencia Nacional, la Policía española decidió enviar ese dossier a Marruecos que daría lugar a la causa abierta en Tánger en 2017 y que acaba de ser archivada de manera definitiva.

Una labor reconocida

Esta persecución y hostigamiento sobre Maleno generó una gran movilización en la opinión pública española y en las organizaciones especializadas en la defensa de los derechos humanos, también en las marroquíes.

La también periodista e investigadora ha sido reconocida en numerosas ocasiones por su labor, y ha recibido numerosos apoyos, tanto por las propias comunidades migrantes como por organizaciones y organismos españoles e internacionales: el relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los Defensores de Derechos Humanos, Frontline Defenders, la Organización Mundial contra la Tortura, el Consejo General del Poder Judicial, Women’s Link, el Servicio Jesuita Migrante o Intermon Oxfam.

Una amplia trayectoria en defensa de los Derechos Humanos premiada por el Consejo General de la Abogacía Española (2015) o la Unión Progresista de Fiscales (2014), pero un camino que también ha estado acompañado de presiones, intimidación y amenazas no solo por instituciones que ven sus malas prácticas salir a la luz pública, sino también por las redes criminales de trata y tráfico de personas.

Caminando Fronteras, la organización de la que es alma máter Maleno, agradece todo el apoyo recibido en este tiempo, “queremos dar las gracias a nuestras abogadas, organizaciones, periodistas, compañeras migrantes, organismos internacionales y personas solidarias conscientes de que la criminalización de la defensa de los derechos humanos significa un retroceso en la democracia. Defender a Helena Maleno es defender a todas las personas y colectivos que día con día velan por derechos de las comunidades migrantes y a través de actos solidarios salvan la vida de miles de personas en el Mediterráneo”, afirman.

Comienza la batalla para recuperar sus derechos

"Más de un año con la incertidumbre y la angustia de saberse perseguida por hacer lo correcto ha causado estragos en su vida y la de sus seres queridos. El archivo de la causa es el primer paso para que este daño empiece a ser reparado, pero aún queda un largo camino para que se le restituyan todos los derechos”, señalan desde el equipo jurídico que la ha acompañado, compuesto por letradas de ambos lados del Estrecho.

Maleno y su familia han visto perjudicados entre otros su derecho a la Iibre circulación y han tenido problemas o amenazadas para salir o entrar a Marruecos, denegándoles la renovación de la residencia en ese país, donde la defensora de derechos humanos vive desde hace más de 15 años, de hecho, todo este proceso le ha impedido participar en numerosos foros y conferencias a las que ha sido invitada en diversos lugares.

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"Cuando en Europa se criminaliza la solidaridad perdemos en democracia"

La activista se ha mostrado en Hoy por Hoy muy "emocionada" tras las muestras de cariño recibidas desde distintas partes del mundo a raíz del archivo de la causa y se siente orgullosa de que su caso siente jurisprudencia: "La justicia de dos países ha dicho que lo que estábamos haciendo no es delito".

Para Maleno, durante todo este proceso, ha sido tan importante respetar los plazos  como saber de dónde partía la criminalización, que tiene claro de dónde surge: "Hay muchísimos casos de defensoras de derechos de personas migrantes que están siendo perseguidas en Europa. Por un lado, empujados por esa ola de la extrema derecha y de un discurso racista y xenófobo, y a la vez respaldado por mucha sociedad civil que quiere recuperar la democracia", explica y advierte: "Cuando en Europa se criminaliza la solidaridad estamos perdiendo en democracia, por eso nuestros casos son tan importantes para seguir luchando por ese derecho que es primario, que es el derecho a la vida".