La presión social acaba con la mayor 'cárcel de ballenas' del mundo

Madrid

El trabajo de organizaciones como Free Whales, Greenpeace o Shkhalin Watch, unido a la presión social y el apoyo de actores y actrices como Leonardo Di Caprio y Pamela Anderson, han sido determinantes para que el gobierno ruso haya decidido acabar con la mayor 'cárcel de ballenas' del mundo, situada en la región Primorsky (Rusia).

Una cárcel, gestionada por cuatro empresas rusas, que se dedica al suministro de animales marinos a diferentes acuarios. Según recogen distintas organizaciones, el conocido como Centro de Adaptación de Mamíferos Marinos cuenta con 11 orcas, 87 belugas y también 5 crías de morsa. Cerca de cien animales que viven en corrales de apenas de 25 metros de largo y 9 de ancho expuestos al frío polar de Siberia. Debido a ello, algunas de ellas sufren de hipotermia, infecciones e incluso neumonía.

Los animales serán liberados de cara al próximo verano

Por esa misma razón, y ante el descenso de las temperaturas en la región, las distintas organizaciones llevan desde el pasado mes de noviembre (cuando salieron a la luz la imagen de los animales hacinados) pidiendo la liberación de estos animales. Sin embargo, el gobierno no ha respondido a esta presión... hasta ahora. Recientemente, el Ministro ruso de Recursos Naturales, Dimitri Kobilkin, ha declarado que todos aquellos animales serán liberados de cara al próximo verano.

En declaraciones a la agencia RIA Nóvosti, Kobilkin ha dado a conocer que liberarán a los cerca de cien animales de cara al periodo estival debido a que la temperatura del agua será más favorable para estos animales: "Hemos dejado atrás el invierno, un periodo de tiempo difícil, cuando soltar a los animales era imposible porque, simplemente, les condenaríamos a muerte. Pero llega el verano y ese trabajo (la liberación de los cetáceos) es algo que se puede y se debe hacer".

Los ecologistas piden soluciones inmediatas

Sin embargo, las organizaciones piden que sean liberados de forma inmediata. Después de llevar a cabo una investigación exhaustiva, los ecologistas descubrieron que muchos de estos ejemplares podrían morir congelados. Un problema que afecta principalmente a las once orcas, que suelen migrar hacia aguas más cálidas cuando hace frío.

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De hecho, algunos de estos ejemplares muestran lesiones cutáneas por culpa del hielo e incluso una respiración muy pausada (indicio de enfermedades como la neumonía. Por esa misma razón, desde las distintas organizaciones piden soluciones inmediatas para salvar la vida de todos estos ejemplares.

Mientras tanto, el gobernador de la región de Primorsky, Oleg Kozhemyako, ha explicado que establecerá un centro de rehabilitación especial para estos animales. Un centro en el que las ballenas podrán disfrutar de unas condiciones lo más similares posibles a su entorno natural y en el que podrán tratar a los animales que estaban sufriendo.