Guía para entender la guerra entre Rubiales y Tebas
La asamblea de la Federación se reúne este lunes para decidir si se aceptan los cambios que propone Rubiales
El presidente de la RFEF quiere cambiar la Copa, Supercopa de España y competición femenina
Madrid
Javier Tebas, presidente de la Liga, considera que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), no “está capacitado” para su cargo. Rubiales, por su parte, cree que “los clubes y la Liga no se merecen a Tebas”.
Que la relación entre ambos no es buena no es ningún secreto. Ambos han protagonizado discusiones en redes sociales en múltiples ocasiones. “No me iría con él de vacaciones”, dijo Rubiales.
Al margen de lo personal, las relaciones institucionales entre Tebas y Rubiales pasan por un convenio de coordinación entre la Federación y la Liga que finaliza el próximo 30 de junio. Para esa fecha, hay que renovarlo. Hasta la llegada de Luis Rubiales -que consiguió la presidencia tras una guerra que dividió a la Federación en dos bandos entre Rubiales y José Luis Larrea para sustituir a Ángel María Villar- el convenio se renovaba sin mayor incidente anualmente.
Este convenio, punta angular del conflicto, regula quién es responsable de aspectos como los horarios, el nombre de la competición, la marca del balón…es decir, cuestiones comercializables. Tebas considera que algunas de éstas -como los horarios de los partidos- son competencia de la Liga. Ahí, en esa división de competencias, es donde Rubiales discrepa.
El pasado diciembre, Rubiales y Tebas acudieron al Consejo Superior del Deporte (CSD) para determinar la separación. Querían dejar claro qué es competencia de quién. No obstante, el CSD no pudo -o quiso- arreglar el conflicto. Su respuesta: el convenio se basa en la “buena fe” y “confianza legítima” de ambas entidades y nadie lo ha denunciado. Es decir, no existe un vacío legal, simplemente tienen que llegar a un acuerdo.
La primera reacción de Rubiales fue el diálogo. El presidente de la Federación mandó una carta a Tebas para negociar las separaciones, pero él fue muy contundente: “las negociaciones están rotas”.
Los horarios de la Liga, primera batalla
Actualmente, los horarios de la Liga es una de las grandes batallas entre ambos. El CSD, que en esta cuestión sí se ha pronunciado, afirma que los horarios de Primera y Segunda los elige la Liga porque ésta es quien comercializa los derechos. Para la Federación, los horarios de Segunda B y Tercera.
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Hecha la ley, hecha la trampa. Rubiales no puede cambiar los horarios, pero sí encontró la manera de limitarlos. La Federación presentó una modificación del reglamento para cercar los horarios por motivos de salud: del 20 de mayo al 15 de septiembre no se puede jugar en algunas horas de la tarde, argumentando las altas temperaturas.
“Los horarios que se están aplicando van contra la salud de los futbolistas, de los árbitros y de los que están viendo esos partidos”, dijo Rubiales. Ante el silencio administrativo del CSD, la modificación siguió adelante. Tebas, por otro lado, no cedió. “Los horarios los va a seguir poniendo LaLiga, porque así lo dice la ley”.
Revolución en la Copa, la Supercopa y las reuniones con los clubes
No hay competición española que Rubiales no quiera cambiar. Uno de las propuestas más polémicas de la Federación es llevarse la Supercopa de España al extranjero -Qatar, una de las propuestas más probables- y disputarla en enero. No obstante, Rubiales se opone categóricamente al propuesta de LaLiga de llevar un partido al extranjero -Barcelona - Girona en Miami-, argumentando que el único interés es económico.
En esta batalla la Federación se encuentra con otro impedimento. Los clubes votaron ‘no’ al nuevo formato en la última asamblea de la Liga. El voto era secreto y sólo tres clubes no votaron a favor (el Celta no acudió, y el Real Madrid y el Barcelona votaron no). De todos modos, esta asamblea no era vinculante -como sí lo es la de la Federación-.
Tebas no dudó en contraatacar. El presidente de la Liga reunió a distintos clubes modestos (mediante Proliga, la Comisión de clubes de Segunda B y Tercera) para convencerles de que se opongan a las modificaciones. La respuesta de Rubiales: convocar otra reunión ese mismo día -el pasado 25 de abril-. Es decir, que los clubes tuviesen que elegir entre papá y mamá.
En esa reunión, Rubiales argumentó que el objetivo de la Liga es asfixiar económicamente a la Federación. Su razonamiento es que la liga no es una empresa privada independiente -como la NBA- y que Rubiales busca el beneficio personal. El poder de convocatoria de Rubiales fue considerable: atendieron 335 clubes.
Tebas, por su parte, no tuvo tanto éxito. En su reunión, el presidente de la Liga argumentó que su entidad da 57 millones de euros anuales a la Federación, pero que no sabe cómo se gastan. Las explicaciones no son suficientes por parte de Rubiales, según Tebas. Esta reunión fue algo menos numerosa, con 190 clubes.
La asamblea de la Federación, la votación definitiva
Las votaciones no se han acabado. Después del 28A, llega la votación que determinará quién gana la última batalla Tebas - Rubiales. Los miembros de la asamblea de la Federación, con 140 participantes, votan las propuestas de Rubiales.
Sus propuestas abordan tres ámbitos: el formato de la Copa, el formato de la Supercopa y algunos aspectos de la competición femenina. El borrador de la Copa es el más revolucionario.
En esta ocasión la votación será vinculante. Es decir, los 140 decidirán qué cambios sí se llevan a cabo y cuáles no. Con una votación a mano alzada -es decir, información de dominio público- el lunes 29 de abril a las 12:00 del mediodía se conocerá quién gana el último capítulo de la guerra Rubiales - Tebas.