Ciencia y tecnología
Espacio exterior

La Luna tiembla mientras se encoge

La Luna aún sufre pequeños terremotos mientras su corteza se arruga como una pasa porque su interior se está enfriando, según confirman los últimos datos e imágenes enviados a la Tierra por una sonda de la NASA: la LRO, el Orbitador de Reconocimiento Lunar, que continúa analizando nuestro satélite.

Esta falla de empuje prominente es una de las miles descubiertas en la luna por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA. Estas fallas se asemejan a pequeños acantilados. / ; NASA / GSFC / Universidad Estatal de Arizona / Smithsonian

Madrid

Las nuevas imágenes obtenidas por una sonda de la NASA (el Orbitador de Reconocimiento Lunar) indican que la Luna todavía sufre terremotos, mientras su superficie se arruga, como una pasa, y esto genera fallas que empujan las placas tectónicas y forman pequeños acantilados, como en la Tierra.

Los instrumentos de las famosas naves Apolo, que llegaron a la Luna a partir del año 1969, ya detectaron varios terremotos en la Luna, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland ha diseñado un nuevo programa informático y ha podido detectar, con mayor precisión, la ubicación de los epicentros de 28 terremotos, que se registraron en nuestro satélite desde 1969 hasta 1977.

Además, gracias a los nuevos datos enviados por la LRO, estos científicos han podido demostrar que, por lo menos, ocho de estos movimientos sísmicos se debieron a una verdadera actividad tectónica, es decir, por el movimiento de las placas de la corteza.

Terremotos lunares

Aunque los instrumentos de la última nave Apolo (el Apolo 17) registraron su último terremoto poco antes de volver a la Tierra en 1977, este equipo de la Universidad de Maryland defiende que “es probable que la luna siga experimentando terremotos hasta hoy”, en un estudio que publican en la revista “Nature Geoscience”.

De hecho, las imágenes de LRO muestran evidencias físicas de movimientos de fallas recientes, como deslizamientos de tierra y caídas de cantos rodados. "No es frecuente ver placas tectónicas activas en ningún otro lugar que no sea la Tierra, por lo que es muy emocionante pensar que estas fallas aún pueden producir sismos lunares", explica uno de estos investigadores.

Los astronautas colocaron cinco sismómetros en la superficie de la luna durante las misiones Apolo y estos equipos han registrado 28 terremotos lunares poco profundos, que en la Tierra habrían tenido una magnitud de 2 a 5.

Como una pasa

Con los nuevos datos aportados por la sonda LRO, este grupo de científicos cree la Luna se está arrugando, como una pasa, porque su interior se enfría y se encoge. Sin embargo, a diferencia de la piel flexible de una uva, la corteza de la Luna es quebradiza y se rompe a medida que el interior se encoge.

Esta rotura da como resultado fallas de empuje, donde una sección de la corteza se empuja hacia arriba sobre una sección adyacente. Estas fallas se asemejan a pequeños acantilados cuando se ven desde la superficie lunar. Y cada uno de ellos tiene varios kilómetros de longitud.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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