Al cierre de Wall Street, la bolsa refleja el alcance de la última amenaza de Donald Trump. Presionado de nuevo por la trama rusa en la Casa Blanca, ha amenazado con imponer aranceles a los productos de México en apenas 10 días. El anuncio ha supuesto una auténtica debacle. El Dow Jones ha caído más de 350 puntos, un 1,4%. Pero el drama no es de este viernes, sino que ya acumula seis semanas consecutivas de pérdidas. Primero por la guerra comercial con China y ahora, por la guerra comercial que Trump acaba de abrir con México. El Dow Jones, la bolsa americana, lleva un 5,3% perdido en un mes, un 3% perdido esta semana y una racha de seis semanas en rojo. Como no puede ser de otra manera, Wall Street acaba de cerrar pasándole factura a quiénes exportan a México (por ejemplo General Motors, que pierde un 4%) o a quienes importan desde allí (la fábrica de cerveza Corona pierde un 6% en la bolsa de Nueva York en tan solo un día). Lo que pasa factura en Estados Unidos ha tenido el mismo recorrido en la bolsa española. Este viernes, el Ibex 35 ha perdido un 1,7% y valores como el BBVA, que tienen filial allí, la mexicana Bancomer, pierden un 4%. CIE Automotive, empresa que exporta allí, cae un 4,5%. Al cierre de los mercados americanos, la palabra es sangría: todo en rojo. Esta amenaza de Trump toca esta vez a España de lleno. Hay cerca de 6.000 firmas españolas con intereses en México que hoy han sufrido tanto en su cotización como en su negocio. España es la segunda economía, tras Estados Unidos, que invierte en México. Nuestro país representa un 13,2% de la inversión total allí. Hay 5.800 empresas españolas en México y no solo pierden en bolsa las citadas BBVA y CIE Automotive. Inditex se deja allí un 3,6%, el Sabadell un 2,6%, Indra un 2,5%... Todas las empresas españolas con negocio en México están sangrando en el mercado. Ante esta tesitura, las empresas españolas pueden sufrir el impacto de dos maneras: La guerra comercial americana ya no es americana, sino que tiene una factura española que puede ser de hasta 3.000 millones de euros. Tres décimas del crecimiento español se pueden esfumar.