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¿Qué pasaría si LaLiga y la Federación no llegaran a un acuerdo?

LaLiga y la Federación no han alcanzado un acuerdo para renovar el convenio de coordinación entre ambos, caducado desde el 30 de junio

LaLiga y la Federación no han acordado un acuerdo para renovar el convenio de coordinación entre ambos, caducado desde el 30 de junio(Getty Images)

LaLiga y la Federación no han acordado un acuerdo para renovar el convenio de coordinación entre ambos, caducado desde el 30 de junio

Madrid

La única medida que regula la relación entre Javier Tebas, presidente de LaLiga, y Luis Rubiales, presidente de la Federación (RFEF), es el convenio de coordinación que se firmó hace cuatro años. Este convenio ha caducado el 30 de junio y ahora ambos presidentes están condenados a entenderse para renovar un convenio que delimite qué es competencia de quién otros cuatro años. O no.

Este lunes, la RFEF, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y LaLiga se reunieron para aprobar una renovación del convenio. La cita terminó en fracaso absoluto: argumentaron incompatibilidad horaria y suspendieron la cita, atrasándola al miércoles.

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El convenio, único atisbo de paz en la tormentosa relación Rubiales - Tebas, está caduco y no tiene ningún valor. Sin un acuerdo que determina la separación de competencias, el divorcio entre la Federación y LaLiga podría ser total. ¿Qué le pasaría al fútbol español si no se llega a un acuerdo?

El convenio determina muchísimos aspectos clave del deporte rey: calendarios, ascensos, descensos, convenios de jugadores profesionales, inscripción y contratación de futbolistas... Pero hay puntos clave que tensan más la relación entre la Federación y LaLiga.

Entre los puntos tabú, hay un gran protagonista: los partidos de lunes y viernes. Rubiales utilizó la suspensión de estos partidos -de los que muchas aficiones se vienen quejando por no poder acudir al estadio- como baza en gran parte de su vida electoral.

El presidente de la Federación fue claro: “A partir de la próxima temporada en LaLiga habrá fútbol sábados y domingos. Veremos qué ocurre los viernes, si llegamos a un acuerdo bueno para todos. El negocio es importante pero más los aficionados”. “El dinero no puede ir por delante de la afición”, fue el argumento principal de Rubiales. La respuesta de Tebas fue inmediata: “Los horarios los va a seguir eligiendo LaLiga”.

¿Qué pide Rubiales? La guerra de los lunes

Las peticiones de la Federación están claras. La primera: retirar las denuncias personales a Rubiales por coacción y extorsión y por suspender el partido en Miami -argumentaron que la Federación quería el monopolio del fútbol-. La Federación no quiere darle derechos a alguien que hace tales acusaciones.

La segunda: conocer qué relación tiene Tebas con ProLiga (Patronal de clubes de Segunda B y Tercera) y con la asociación del fútbol femenino. Rubiales no ve con buenos ojos que LaLiga se inmiscuya en temas que no son los suyos.

La Federación también quiere saber cuánto gana LaLiga por la venta de los derechos de los partidos de los lunes y los viernes. Hasta ahora, Tebas argumentaba que no lo podía saberlo porque los derechos se venden en pack y no se puede desglosar por días. Explicación aparentemente insuficiente para la Federación.

No se ha llegado a un acuerdo y la situación no pinta bien. Actualmente, LaLiga ha pedido que los partidos de los lunes se deje como un tema aparte del convenio para negociarlo más adelante. El CSD no ha conseguido mediar en el conflicto, y es probable que finalmente el asunto tenga que ir por la la justicia ordinaria.

Sin convenio… ¿qué pasa?

La Federación alquila algunas de sus competencias a LaLiga para que ésta las regule. Es decir, por un determinado precio la organización de Tebas puede elegir aspectos como el nombre de la competición (“Liga Santander”), el patrocinio del balón… Aspectos comercializables -y muy rentables con el correcto patrocinador-. En estas cuestiones, no existe mayor conflicto.

No obstante, en esta guerra la ventaja la tiene la Federación. El convenio estipula un alquiler de competencias. Si no hay convenio, no hay alquiler y estas competencias vuelven a su dueño original: la Federación. Rubiales perdería un ingreso importante de dinero, pero Tebas no podría comprar las competencias y por tanto, tomar decisiones.

Para rizar el rizo, hay una fecha que tensa mucho la situación de LaLiga: el jueves 4 de julio. Ese día se celebra el sorteo para determinar el calendario de los partidos. Entre algunos de los derechos adquiridos por LaLiga está el de modificar el calendario dependiendo de sus intereses.

La clave de esta cuestión son los derechos de los partidos. Los derechos de retransmisión se venden a las televisiones meses antes de su celebración (algunos incluso pueden que estén ya vendidos). Es decir, si el azar decide juntar las grandes citas del calendario (Barça-Madrid, el derbi madrileño o el Atlético-Barça) la temporada podría perder el interés para muchos muy pronto.

Si Tebas no quiere dejar estas fechas al azar, deberá pasar por el aro y firmar el convenio. Además, el Real Madrid le ha pedido a LaLiga no jugar en casa las tres primeras jornadas debido a las obras en el Santiago Bernabéu (cosa que se hizo la temporada pasada con el Wanda Metropolitano).

En conclusión, en esta guerra Tebas tiene más que perder y Rubiales las de ganar. Con la baza de los derechos televisivos, LaLiga está más limitada que la Federación y todo apunta a que tendrá que pasar por el aro de Rubiales. Aunque con el historial de Tebas y Rubiales nunca se sabe: el miércoles se decide si el único atisbo de paz entre ambos se renueva o permanece caducado.

 
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