Aumenta la desigualdad en el mundo entre trabajadores ricos y pobres
Un informe de la OIT señala que los que más ganan han aumentado sus ingresos, mientras que las clases medias y bajas reciben menos de la mitad de las rentas del trabajo
Madrid
Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la distribución mundial de las rentas del trabajo pone de manifiesto que la desigualdad entre trabajadores ricos y trabajadores pobres se acentúa. El trabajo, elaborado con datos de 189 países, señala que, aunque a escala mundial las desigualdades disminuyen, dentro de los países se abre cada vez más la brecha entre el 20% que más gana (que ha pasado de acaparar el 51,4% de la renta laboral en 2004 al 53,5% en 2017) y las clases medias y bajas.
En concreto, los trabajadores situados en el 60% central de la distribución han visto caer su participación en las rentas del trabajo del 44,8% en 2004 al 43% en 2017, y más dura todavía ha sido la caída del 20% que menos gana: en 2004 ganaba el 3,9% del total de las rentas del trabajo; en 2017, ese porcentaje bajó al 3,5%. Esta tendencia, señala el estudio, es consecuencia de la creciente desigualdad en importantísimas economías mundiales, como la alemana, la italiana, la británica, la estadounidense, la paquistaní y la indonesia.
La OIT remarca que la desigualdad tiende a fortalecerse, porque observan que el aumento de los ingresos de los trabajadores más ricos está correlacionado con un empeoramiento para el resto de los trabajadores, mientras que cuando aumentan los ingresos del trabajador mediano tienden a mejorar también los del resto de los trabajadores, excepto los que más ganan.
Curiosamente, mientras que la desigualdad dentro de los países aumenta, la desigualdad entre los trabajadores desde una perspectiva mundial disminuye: esta aparente paradoja, explica la OIT, tiene que ver con el empuje económico de países tan poblados como China o la India, que contribuyen a la igualdad a escala global aunque dentro de sus propias fronteras también aumenta la desigualdad entre trabajadores ricos y pobres. Así, en perspectiva mundial, en 2017 el 10% de los trabajadores más ricos acaparaba el 48,9% de las ganancias del trabajo, mientras que en 2004 era el 55,5%. Con todo, las diferencias son brutales: según Roger Gomis, economista de la OIT, "el 10% más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que gana el 10% más rico en un año".
La OIT también estudia la relación entre las rentas del trabajo y del capital, y observan que las últimas ganan terreno sobre las primeras. Así, en 2004, el capital acaparaba el 46,3% de los ingresos mundiales, y en 2017 ese porcentaje ha aumentado al 48,6%; por lo tanto, la parte del trabajo ha caído en ese periodo del 53,7% al 51,4%.