Fuga de cerebros entre comunidades: los jóvenes más preparados se marchan de la 'España vaciada'
Castilla - La Mancha, Galicia, Asturias, Navarra, Castilla La Mancha, Cantabria y la Comunidad Valenciana están perdiendo titulados universitarios de forma significativa.
Sólo Madrid, Cataluña y Murcia tienen un saldo positivo
Madrid
Por primera vez un estudio relaciona la fuga de cerebros con la `España vaciada´. Lo ha realizado el Centro de Estudios demográficos y la Universidad Autónoma de Barcelona. Los universitarios salen de las ciudades con población media para no volver, y se instalan en las grandes ciudades. Un fenómeno que hace unos años sólo se daba en las zonas rurales.
780.000 jóvenes migraron de su comunidad autónoma entre 2013 y 2017. El 80,7% se fueron a otros lugares de España y un 19,3% al extranjero. El Estudio alerta de que ese flujo de jóvenes entre comunidades es desequilibrado por dos razones: porque hay zonas que pierden población en mayor medida que otras, son además las regiones ya afectadas por la despoblación, y por el perfil educativo y la preparación de los que se marchan. "Entre el 45 y el 55% de los jóvenes de 25 a 39 años nacidos en Castilla y León, Galicia, Asturias, Navarra, Castilla-La Mancha y Cantabria que han emigrado hacia otras partes de España tienen estudios universitarios, frente al 30-35 % de los que permanecen en la región de nacimiento", dice el estudio que también añade que " no solo se van los más cualificados, sino que los jóvenes procedentes de otras autonomías presentan un nivel educativo más bajo respecto a los que se marchan. En Castilla y León, el 53,8% de los locales que han emigrado tienen titulación universitaria, y tan solo el 36,7% de los nativos de otras comunidades autónomas que residen en la región".
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La razón de este desequilibrio es económica: "Es por el tejido productivo que tienen estas regiones", explica Miguel González- Leonardo del Centro de Estudios Demográficos y uno de los autores. "No es tanto una cuestión de desempleo, de falta de oportunidades laborales, como de las características de ese empleo, del tipo de cualificación que se exige. Hay un desajuste entre el nivel formativo de la población y las características del trabajo que se ofertan".
La población más cualificada se está concentrando sobre todo en la capital española: "el 64,9% de los jóvenes procedentes de otras regiones que residen en Madrid son titulados universitarios y el 30,1% de los que emigran". Madrid expulsa hacia Castilla- La Mancha a los jóvenes con menos cualificación. También Cataluña y Murcia reciben más titulados de los que se marchan.
Los autores del estudio han detectado que este fenómeno es reflejo también de que la despoblación ya no sólo afecta a zonas rurales: "Está empezando a afectar a las ciudades", certifica el demógrafo Miguel González-Leonardo. "En este caso sería con una emigración de jóvenes bastante intensa, y el envejecimiento que eso conlleva, y también por la perdida de nacimientos que supone porque si un joven de Castilla y León se va a Madrid lo habitual es que tenga hijos allí, se pierde capital humano y natalidad. Agudiza el envejecimiento, la pérdida de población y hace que las dinámicas demográficas que afectaban al medio rural afecten también a las ciudades".
El estudio lo explica con detalle: "De nuevo, Castilla y León es la comunidad autónoma más perjudicada, con una tasa neta anual negativa de -13,4‰ en las capitales de provincia, -9,25‰ en el conglomerado de los municipios urbanos restantes y -9,63‰ en el medio rural. Lo mismo sucede en Castilla-La Mancha y Asturias. De igual modo que en Cantabria, Andalucía y Galicia, aunque en estos casos las tasas netas negativas no son tan intensas. Las capitales provinciales de dichas comunidades autónomas no solo pierden población nacida en el mismo municipio, sino que también son utilizadas como trampolín por los jóvenes de ciudades más pequeñas y del medio rural oriundos de la misma región. Estos se desplazan inicialmente a las capitales provinciales de su comunidad para estudiar o incorporarse al mercado laboral, y posteriormente emigran hacia ámbitos urbanos de mayor entidad".
El informe advierte de que la tendencia irá a más si no se toman medidas: "Estas ciudades, urbes pequeñas e intermedias del tejido urbano español, presentan una escasa competitividad en la economía globalizada actual. Han quedado al margen de grandes inversiones de capital, tanto nacional como internacional, y no han sido capaces de crear una economía basada en nuevas tecnologías aprovechando el capital humano endógeno. En muchos casos, se trata de ciudades que no se han recuperado de los procesos de desindustrialización, o que aún tratan de mantener un tejido productivo con cierta obsolescencia y un importante déficit de actividades de alto valor añadido".
El demógrafo Miguel González - Leonardo señala que aunque es difícil encontrar una solución -"es un tema complejo"- mejorar las conexiones con las grandes ciudades, las políticas redistributivas o la inversión en actividades tecnológicas: I+D, universidades.... podrían ayudar a frenar la tendencia. "Sería una forma de que hubiera empleo para titulados universitarios", concluye.