Los particulares compramos menos coches que en el mal septiembre de 2018

Madrid

En las dos primeras semanas de este mes se han vendido 21.000 turismos en España, un 4,2% más que un año antes, según datos del sector. Pero es un exiguo aumento, que tiene mucho de efecto estadístico, y que se convierte en un retroceso de las ventas de un 25% si lo comparamos con las de septiembre de 2017.

El año pasado las ventas de coches se derrumbaron en septiembre. Muchos compradores habían aprovechado las ofertas que los concesionarios en los meses previos para deshacerse del stock de modelos que no cumplían con las nuevas exigencias medioambientales que entraban en vigor después del 31 de agosto. Desde entonces el mercado español encadena 12 meses de caídas interanuales, con la única excepción de abril propiciada por el efecto Semana Santa.

Ahora, en lo que va de mes, el efecto estadístico ha propiciado que las empresas de alquiler hayan multiplicado por cuatro sus compras respecto a las del año pasado: fueron las que más aprovecharon las rebajas en el verano del 2018, y más dejaron de comprar en septiembre. Las compras de las demás empresas aumentan menos, un 20%. Pero las de los particulares bajan un 14%. Son peores que en un mes que ya fue especialmente malo.

Y esas compras de los particulares bajan mucho más, un 34%, respecto a la primera quincena de septiembre de 2017 que, con un día laborable más, no se vio afectado por las perturbaciones de un cambio de normativa. Las empresas en general también compran ahora menos que entonces, un 12%. Y solo aumentan las compras de las alquiladoras, algo menos del 12%.

En conjunto, la caída de las ventas de un 25% este mes respecto a las de septiembre de 2017 indica que, si este septiembre termina con el tono con que ha empezado, estamos ante un problema más estructural en el mercado de coches en España.

Certidumbre e incentivos

Noemi Navas, portavoz de la patronal de fabricantes ANFAC, reconoce -en una entrevista en "Hora 25 de los Negocios" de la Cadena SER- que la marcha de este mercado no casa con la evolución general de la economía española, con un PIB claramente al alza, frente al retroceso de las ventas de coches en el último año. Bajan las de coches nuevos -remarca- frente al aumento de ventas de los coches de segunda mano, un mercado con datos comparables a los de 2007, antes de la crisis económica.

"Los ciudadanos siguen teniendo las mismas necesidades de movilidad que entonces -concluye- pero están acudiendo al mercado de segunda mano y retrasando sus compras de coches nuevos porque no tienen claro qué tipo de motor tienen que elegir".

Pide que el Gobierno genere certidumbre y confianza respecto al futuro de las motorizaciones actuales, incluidas las de gasolina y gasóleo. Y un plan de renovación del parque automovilístico con ayudas a la compra para sacar de las carreteras los coches más antiguos.