Draghi se despide entre aplausos lamentando las carencias del euro
Es su última comparecencia ante los eurodiputados como Presidente del BCE. El 1 de Noviembre, la francesa Lagarde ocupará su cargo y 8 años después de su llegada al puesto se marcha, lamentando que la economía euro siga sin los instrumentos básicos para enfrentarse a los riesgos
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Mario Draghi deja la presidencia del BCE / Sean Gallup GETTY IMAGES
Bruselas
La “ralentización es culpa de la fragilidad del mercado internacional y de las incertidumbres persistentes creadas por las políticas proteccionistas”, ha dicho Draghi a modo de introducción y antes de advertir que lo que estamos viendo en Alemania se puede convertir en otra crisis de carácter general.
“Alemania representa el 28 % del PIB de la Zona euro pero su producción industrial tiene un valor añadido del 39 %”, ha explicado, dando por hecho que es normal que los sectores industriales sean más vulnerables. Pero Draghi advierte que, “mientras la producción industrial siga cayendo, crece el riesgo de que otros sectores se vean afectados por la fragilidad de la economía”, por lo que recomienda que “nadie se confíe”.
Su última lección de economía la ha resumido así: “mientras la Zona euro no tenga capacidad fiscal para responder de forma comparable a la que tienen otras economías avanzadas, la única respuesta posible será la del BCE”.
El presidente del Banco Central sabe que en Alemania y otros países del norte de la Unión donde el ahorro es tradición entre sus ciudadanos, no entienden que haya bajado tipos hasta números negativos. Pero no hay más opciones cuando las cifras de inflación europea siguen cerca del 1 %, lejos del 2 previsto como reflejo de una economía sana y activa porque los tipos bajos “facilitan los créditos para empresas y familias” .
“Los gobiernos deben actuar en tiempo útil para contrarrestar los riesgos”, reclama Draghi en su último discurso en el que comparando con Estados Unidos, constata una vez más que “la Zona euro carece de un instrumento fiscal” que permita actuar “a nivel federal”.
Los eurodiputados le habían aplaudido ya a su llegada y antes de su discurso le han entregado una pequeña placa conmemorativa abriendo la sesión entre el ruido de sus pequeños teléfonos móviles, porque todos querían una foto con el hombre que consideran que ha evitado el colapso del euro, rompiendo desde Fráncfort los recelos fiscales alemanes contra los países mediterráneos.
