Economia y negocios
Desempleo

Los cuatro fallos que hacen que España sea líder europeo en parados de larga duración

Empresarios, sindicatos, entidades independientes y comunitarias coinciden en que las políticas activas de empleo no funcionan actualmente y que hay que rediseñar el modelo y someterlo a evaluaciones constantes porque 1.400.000 españoles llevan más de uno o dos años buscando trabajo sin éxito

Cola del paro en la oficina del Paseo de las Acacias en Madrid / Getty Images

Madrid

"Cuando vas a una entrevista y dices que tienes tres hijos, directamente te ponen una X en tu currículum y no vales para nada. Ya no eres una persona con total disponibilidad horaria como ellos pretenden, no vales para hacer cambios de turno". A sus 42 años, Rocío Izquierdo es el paradigma del paro de larga duración. Es administrativa, lleva tres años y medio buscando pero no encuentra ninguna empresa que le ofrezca una jornada laboral intensiva como la que necesita, porque es cabeza de familia, "padre y madre", de sus tres hijos.

Como ella hay 1.400.000 personas en nuestro país, según la Encuesta de Población Activa. Uno de cada cuatro parados de larga duración de la Unión Europea vive en España pero las políticas activas de empleo, que básicamente son la hucha de unos 6.000 millones de euros al año que gestionan las comunidades para ayudar a encontrar trabajo a quienes no lo tienen, son insuficientes e ineficaces. Esta bolsa quedó muy mermada tras la crisis y, aunque ha sido objeto de deseo político -Pablo Iglesias llegó a reclamar su gestión en el debate de investidura fallido de Pedro Sánchez- los expertos alertan de que hace aguas en cuatro frentes.

Bonificar a las empresas por contratar a parados es estéril

Cada año se gastan entre 6.100 y 6.500 millones de euros en estas políticas activas, según calcula la AIReF. De ese dinero, entorno a un 40% va dirigido a incentivar la contratación de parados con bonificaciones a las empresas que los incorporen en sus filas. El problema es que esta medida produce lo que se conoce como un peso muerto en el mercado laboral. "Detrae un montón de recursos" explica el secretario general de Adecco, Santiago Soler, y al final "quien tiene que contratar a un determinado perfil profesional, lo contrata independientemente de si está bonificado o no. Se contrata por una necesidad, si luego te puedes beneficiar de una bonificación, mejor pero no es ese el objetivo". Y a esto se suma el efecto rebote: "muchas de esas bonificaciones a los contratos, una vez que pasa el tiempo en el que la empresa tiene que tener a ese trabajador contratado para beneficiarse, lo despide" añade la secretaria de empleo de Comisiones Obreras, Lola Santillana. "Son absolutamente ineficaces", concluye.

Los parados de larga duración que reciben una ayuda económica no se reenganchan al mercado laboral mientras la están cobrando

Otra de las áreas que cubren las políticas activas de empleo es el Subsidio Extraordinario por Desempleo, destinado a formar a desempleados de larga duración para que puedan recolocarse mientras perciben una ayuda de 431 euros al mes.

El SED es el heredero del plan Prepara, un proyecto que estuvo vigente hasta abril de 2018. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal calcula que, entre 2012 y 2017, este programa ha costado 1.432 millones de euros y "no mejora la probabilidad de que los parados de larga duración se incorporen al mercado laboral".

Sobre esto, Soler critica que para tener acceso a los complementos de búsqueda activa de empleo "solo se tenga que acreditar esa búsqueda apuntándose a una web de empleo". Sin embargo, los recortes también son responsables de que estas personas no se reenganchen a la vida laboral. "La gente que ha cobrado el Prepara debía tener un tutor en la oficina de empleo que le ayudara a marcar un itinerario formativo, pero en el 2012 se despidió a todos los orientadores" cuenta Santillana, "no es que la gente no se quiera recolocar sino que se cargaron los recursos que existían para ayudar a esa recolocación".

Faltan orientadores en las oficinas de empleo

Una de las políticas activas de empleo que se ha demostrado más eficaz y más barata es mejorar la atención personalizada a cada parado, con diagnósticos personalizados que permitan dirigir mejor los lugares a los que estas personas mandan su currículum vitae. La Comisión Europea ha exigido varias veces a España que aplique esta orientación en su Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) porque ahora mismo es muy poco eficaz y sólo se destina el 15% del presupuesto de las PAE a ello. Desde CC.OO. recuerdan que "con el gobierno del Partido Popular se recortaron unos 3.000 orientadores de las oficinas de empleo" y reclaman la urgencia de contratar de nuevo a personal que pueda encargarse de los "itinerarios de inserción". En noviembre del año pasado, el Ministerio de Trabajo se comprometió a crear una red de 3.000 orientadores para ayudar individualmente a los jóvenes en paro dentro del Plan de Choque por el Empleo Joven. "

Los cursos de formación y reciclaje no responden a las necesidades del mercado

Nuestro mercado laboral vive en la paradoja de que hay 3.065.000 parados y puestos de trabajo vacantes para los que las empresas empleadoras no encuentran perfiles adecuados. La AIREF critica que los servicios de empleo ofrecen cursos de formación muy rígidos y que no se ajustan a las necesidades reales. "He estado haciendo varios cursos con certificado de profesionalidad pero luego tampoco hay una bolsa de empleo para que te llamen de lo que has estado estudiando" nos explica Rocío. "Te estás formando pero no sabes para qué porque es un título más que tienes en casa y eso no te va a dar de comer".

La reforma de la formación es una de las grandes tareas pendientes, la reclaman tanto patronal como sindicatos. La última vez que se tocó fue en 2015 con el apoyo de casi todos los grupos parlamentarios pero luego no se ha desarrollado plenamente.

 
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