EEUU deja de considerar ilegales los asentamientos israelíes en Cisjordania
La administración Trump asesta otro golpe a la solución de dos Estados al dejar de considerar que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado de Cisjordania violan la ley internacional
Washington
Estados Unidos ha dado un nuevo espaldarazo a Israel y otro golpe a la solución de dos Estados al dejar de considerar que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado de Cisjordania violan la ley internacional.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, rompió con un punto clave en la política estadounidense hacia Israel de las últimas cuatro décadas al anunciar su repudio a una opinión legal de 1978 en la que el Departamento de Estado tachó los asentamientos de "incompatibles con la ley internacional".
"El establecimiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania no es incompatible de por sí con la ley internacional", sentenció Pompeo en una rueda de prensa.
Ruptura con el consenso internacional
El anuncio ahonda la brecha de Estados Unidos con el consenso internacional sobre el conflicto entre israelíes y palestinos, ya roto por las decisiones del presidente Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel y respaldar la soberanía de ese país sobre los Altos del Golán.
La abrumadora mayoría de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes en Cisjordania son incompatibles con la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, que prohíbe desplazar población de la potencia ocupante a un territorio ocupado.
El llamado memorando Hansell del Departamento de Estado reflejó esa misma postura en 1978, y desde entonces ha supuesto la base de la oposición que todos los Gobiernos estadounidenses han expresado a las colonias israelíes en los territorios ocupados.
En 2016, el Gobierno de Barack Obama decidió no vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU según la cual los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado carecían de "validez legal".
Pompeo opinó que ese gesto de Obama "cambió décadas de consenso bipartidista" en Estados Unidos y aseguró que, tras revisar el asunto, el Ejecutivo de Trump está "de acuerdo" con la postura de Ronald Reagan (1981-1989), quien opinaba que los asentamientos israelíes no eran "inherentemente ilegales".
Sin embargo, el secretario de Estado insistió en que Trump tampoco defiende explícitamente la legalidad de las colonias, sino que ha decidido "no expresar ninguna opinión sobre el estatus legal de ningún asentamiento en concreto".
Impacto en el proceso de paz
El jefe de la diplomacia subrayó que EEUU "no se pronuncia ni prejuzga el estatus final de Cisjordania", que debe decidirse en negociaciones políticas entre los israelíes y palestinos.
De hecho, opinó que su decisión "proporciona el espacio necesario para que israelíes y palestinos lleguen a una solución política" porque acaba con la idea de que el desenlace a la disputa sobre los asentamientos puede estar en los tribunales, algo que, aseguró, "no ha funcionado" hasta ahora.
"Creemos que hemos aumentado la probabilidad de que el plan de paz de esta Administración tenga éxito", alegó Pompeo, sin precisar cuándo se presentará ese proyecto aplazado desde hace dos años y que algunos observadores creen que no llegará a ver la luz.
En la práctica la medida supone un nuevo obstáculo a la solución de dos Estados, dado que la expansión de los asentamientos israelíes podría dificultar el trazado de las fronteras en una eventual negociación de paz.
Espaldarazo a Netanyahu
El anuncio llegó a dos días de que termine el plazo para intentar formar Ejecutivo en Israel, y con la continuidad en el poder del primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, en juego.
Pompeo negó que la decisión esté "ligada a ningún acontecimiento interno en Israel", pero la rapidez de Netanyahu en reaccionar puso esa afirmación en tela de juicio.
Netanyahu, que incluyó entre sus promesas electorales la anexión del valle del Jordán en la Cisjordania ocupada, opinó que son los tribunales israelíes, y no "los foros internacionales sesgados", quienes deben determinar si los asentamientos son legales.
El líder centrista israelí Beny Gantz, cuyo mandato para formar Gobierno termina este miércoles a medianoche, fue más cauto al dar la bienvenida a la noticia, y subrayó que el futuro de las colonias deben decidirlo "acuerdos que promuevan la paz" en la región.
Mientras, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) aseguró que Estados Unidos "ha perdido por completo toda credibilidad y ya no tiene ningún papel en el proceso de paz"; y la Unión Europea (UE) reafirmó su postura de que Israel debe "poner fin a toda actividad de asentamiento".