Deportes
Atletismo

"Corría con los pies en carne viva", la historia del hombre que pasó de la cárcel al Ironman

Juan Miguel Esteban Aceituno explicó en Acento Robinson cómo una sentencia de 14 años le hizo aficionarse al running

Michael Robinson y Juan Miguel Esteban Aceituno, durante Acento Robinson.C

Madrid

El estado de alarma debido pandemia del coronavirus ha supuesto, entre otras consecuencias, el confinamiento de la mayoría de españoles en sus casas. Algunas de las repercusiones de estar encerrados en casa es la falta de ejercicio físico.

No obstante, el testimonio de Juan Miguel Esteban Aceituno en Acento Robinson demuestra que hasta en los espacios más recónditos el deporte puede abrirse camino.

Juan Miguel ingresó en prisión con una condena de seis meses que luego se convertiría en 14 años por no admitir su culpa. “Fue totalmente desproporcionado”, explicaba ante Robinson.

Juan Miguel Esteban Aceituno: "En la cárcel me curaba yo las plantas de los pies. Las tenía en carne viva"

36:09

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005233754/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Más información

Con 130 kilos de músculo, sus inicios corriendo no fueron fáciles. Comenzó dedicándole 20 minutos hasta evolucionar en tres horas por la mañana y una y media por la tarde. “Teníamos un comedor y un patio pequeñitos, de hormigón, de unos 120 metros cuadrados. Ahí daba millones de vueltas”.

"Tenía los pies en carne viva; me iba cortando las pieles con cuchillas de afeitar"

El motivo para empezar a correr fue evadirse, "olvidarse de donde estaba", pero las condiciones para ello no fueron fáciles. "Me automasajeaba y me curaba los pies. Mis plantas de los pies estaban en carne viva", explica.

"En la cárcel la sanidad era para no morir. Tenía miedo de que se me infectaban las heridas de los pies, así que me iba cortando las pieles con las cuchillas de afeitar. Los primeros diez minutos veía las estrellas, hasta que se me dormían los pies", afirma.

Juan Miguel logró “profesionalizar” lo máximo posible su hobby dentro de prisión. “Los primeros años se reían de mí los internos y los funcionarios. Poco a poco, día a día y año a año conseguí demostrar que si tienes la mente enfocada en algo sano, puedes conseguir cosas. Conseguí que la gente que se mofaba vinieran a pedirme ayuda. Hice mi propia academia de atletismo ahí dentro”, explicaba.

Sexta posición en una carrera de 35.000 personas

Siete años después de su ingreso, en 2014, consiguió un permiso y lo que hizo en sus primeras horas de libertad fue apuntarse a una carrera en Aranjuez. Logró quedar el 70º entre 35.000 personas y el segundo, 6º. “Tenía ganas de correr en línea recta. Pero estuve desubicado directamente. Hice lo que mejor sabía, correr y no mirar atrás”, explica. “El día que pude correr en la Casa de Campo fue brutal”, añade.

Juan Miguel conoció años después en una maratón a Martín Fiz, atleta español y director de la revista Runners, a la que Juan Miguel había escrito escribiendo su historia. A la vuelta a prisión, Juan Miguel estuvo dos semanas apartado por seguridad.

Cuando volvió a comunicarse con su madre, ella le dijo que la revista iba a contar su historia. “Después del reportaje me echaron de la cárcel. Conseguí volve a casa con mi familia”. Ahora, Juan Miguel es ‘personal trainer’ y se dedica a enseñar a niños. “Es lo mejor que me ha pasado, estar con ellos”, concluye.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00