Macron y Merkel rechazan rebajar el Plan de Recuperación como piden Holanda y otros cuatro gobiernos
La Presidenta del BCE a favor de tomarse más tiempo antes que un mal acuerdo
Angela Merkel en una foto de archivo a la entrada del Consejo Europeo. / Alexandros Michailidis/European (Alexandros Michailidis/European )
Bruselas
Desconocemos qué coste va a tener esta pelea en la que tras tres días de tensiones Merkel, Macron y los Presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo parecen decididos a rechazar las exigencias del club de estrictos que organizados en un grupo de cinco se han empleado en querer reducir el Fondo de Recuperación contra el coronavirus.
“La voluntad de compromiso no puede hacernos renunciar a la ambición legítima que debemos tener”; esta declaración del Presidente Emanuel Macron ha marcado el inicio del día y ha avanzado que Francia y Alemania no aceptarían cortar las subvenciones de ese plan por debajo de la oferta de créditos.
Un pulso inédito en defensa de España y de Italia, beneficiarios netos del futuro proyecto pero también en defensa de un modelo europeo que cuestionan los gobiernos de Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia.
Liberal el de Amsterdam, del PPe el de Viena y socialdemócratas los de Estocolmo, Copenhague y Helsinki todos estos gobiernos comparten el miedo a los avances de su ultraderecha. Pero esta vez, la Unión que ha sido comprensiva y mimosa con sus necesidades parece que se planta rechazando el discurso de desconfianza y miedo que esconden sus propuestas.
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Desconfianza hacia el Sur y hacia la Comisión que, temen, ceda a las presiones de los países grandes para hacer la vista gorda si España o Italia incumplieran las recomendaciones europeas. Por esto, querían aprobar por unanimidad los Planes de Reforma, aunque al final acepten un mecanismo nuevo para paralizar los desembolsos y examinar en una reunión extraordinaria la gestión del gobierno “dudoso”.
Es un sistema velado de tutela con el que España podría convivir siempre que el documento evite las referencias a las “Reformas Estructurales Macroeconómicas” que había reclamado el gobierno holandés.
Pero ni este sistema ni un aumento del dinero a los ricos que conjuntamente podrían repartirse 46.000 millones en estos 7 años como compensación por pagar a la UE más de lo que reciben ha servido para que prosperara el Plan contra el COVID-19 de 750.000 millones.
Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia quieren que este dinero se vea reducido a 700.000 y que las subvenciones, 500.000 millones ante solo 250.000 millones en créditos se vean reducidas a 350.000 equiparando ambas partidas.
Una propuesta que han rechazado el equipo de los negociadores con el apoyo de la Presidenta del BCE, Christine Lagarde que en declaraciones a Reuters recordaba que las cifras del Plan de la Comisión, de un billón de euros contra el coronavirus eran mejores y se mostraba partidaria de que los gobiernos se tomaran más tiempo para negociar antes de cerrar un acuerdo a la baja.
Posición que puede justificar el cierre de la reunión de hoy sin un acuerdo o forzar una negociación contra reloj que obligue al Club de cinco a aceptar los 400.000 millones en subvenciones que Merkel y Macron defienden como la línea roja de esta negociación.
