"Los tengo inmortalizados a todos"
Los informes del sumario de la operación Kitchen recogen conversaciones de Villarejo con otros imputados planeando difundir datos del operativo para protegerse
Villarejo y el excomisario principal Oliveira afirman que metieron dispositivos de espionaje en el Congreso gracias a Soraya Sáenz de Santamaría
Madrid
El comisario José Manuel Villarejo Pérez y sus colaboradores grababan al que les pagaba por grabar. Los informes de Asuntos Internos contenidos en el sumario de la conocida como 'operación Kitchen', al que ha tenido acceso la Cadena SER, reflejan cómo Villarejo y sus socios espiaron y robaron al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, pero también cómo después planearon distribuir años de grabaciones y notas comprometedoras para políticos para guardarse las espaldas frente a posibles responsabilidades legales al verse acorralados.
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El objetivo de este "encargo efectuado desde los órganos superiores y/o directivos del Ministerio del Interior" era, según se desprende del sumario, conseguir y neutralizar la información comprometida que Luis Bárcenas atesoraba sobre el Partido Popular y sus dirigentes. Las conversaciones intervenidas no sólo reflejan las gestiones que Villarejo hacía con Sergio Ríos, chófer de la esposa de Bárcenas: también cómo el comisario ahora encarcelado presumía de que "las cosas más delicadas de este puto país me las encargan a mi, ya sea la izquierda, la derecha, el centro, su puta madre".
Las transcripciones contenidas en este informe arrancan en 2013 y finalizan en 2017 y dibujan la línea entre las arengas de Villarejo a Ríos para conseguir la información hasta las conversaciones del 'clan' para difundir bombas informativas sobre la operación para evitar represalias. Del "me pareces un tío que aprende con una rapidez que te cagas" de 2013 al "yo tengo mucha información del cocinero, eh, ¡mucha!" de 2017 cuando la Audiencia Nacional estaba a punto de ordenar su detención y posterior encarcelamiento.
Villarejo y sus socios, tanto policías como empresarios, relatan entre ellos que tienen material contra Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y su marido, Mariano Rajoy e Ignacio Cosidó, entre otros. "Le monto un chocho a todos que se cagan", transmitió Villarejo a Cosidó en 2012 a través de otro alto mando policial, Ignacio Pino. El plan era que él y su socio Enrique García Castaño tuvieran una copia de todo lo grabado y amasado durante años: "Déjame una copia para que estemos los dos apalancaos y tal".
"Los tengo inmortalizados a todos"
Una conversación entre Villarejo y los empresarios Adrián de la Joya y Alberto Pedraza refleja cómo el entonces policía recordaba que "...cuando me encargaron destruir los ordenadores, ¡por ejemplo! Que los tengo inmortalizados a todos". Para Asuntos Internos esto es una "posible alusión (en atención a la respuesta de sus interlocutores) a los ordenadores ubicados en la sede del Partido Popular en la calle Génova". El pasado mes de julio la Justicia confirmó la absolución del PP en el juicio seguido por la destrucción de estos ordenadores.
Villarejo manifiesta en estas conversaciones que no sabe si el expresidente Mariano Rajoy 'El Asturiano' conocía el operativo Kitchen pero asegurando que "le busco una avería que se caga, eh, le busco una avería que se caga" a lo que apostilla De la Joya: "Tenemos todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda, las tenemos".
Los "aparatos de Villarejo"
Las conversaciones también reflejan cómo Villarejo insinúa en varias conversaciones que tiene pruebas contra la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque sin que el sumario refleje más información al respecto. En otra conversación protagonizada ese año por él, De la Joya y el comisario principal José Luis 'Oli' Oliveira, insinúan que en torno al año 2009 Soraya Sáenz de Santamaría facilitó que introdujeran dispositivos de rastreo en el Congreso de los Diputados porque "el Señor Rajoy tenía unas serias dudas de que le estaban grabando en su despacho del Congreso".
Villarejo y Oliveira explican su versión de la operación a dos voces. "Y el que le hizo el barrido se llama Villarejo, pero Villarejo para poder hacer el barrido, no fue Villarejo con los aparatos, los aparatos los metió dentro una señora...". Es el propio Villarejo el que sigue: "Que ahora es vicepresidenta del gobierno". Y zanja Oliveira: "Que ahora es vicepresidenta del gobierno, ¿eh? Y metió los aparatos de Villarejo para hacer un barrido en el Congreso. ¡Fíjate! Esa historia". En otro momento de la conversación, los dos policías aseguran que el grupo parlamentario popular en el Congreso pagó una campaña de imagen de Sáenz de Santamaría con "facturas falsas, facturas chungas".
Cosidó, Cospedal y López del Hierro
El informe policial que recoge el sumario también afirma cómo "el contacto" entre Villarejo y el chófer de Bárcenas "lo habría facilitado con tales finalidades y a sabiendas de su carácter ilegal el Inspector Jefe Andrés Manuel Gómez Gordo, en tanto persona de máxima confianza de la entonces Secretaria General del Partido Popular María Dolores de Cospedal, contacto que se habría producido por medio de la intermediación del marido de ésta, Ignacio López del Hierro", apodado "el Polla" por la trama.
En cuanto al exsenador Ignacio Cosidó, Villarejo asegura que "en el 2012 cuando el tema de Ignacio González, que me dijo el Cosido, me das la información y no sé qué y lo mandé a cagar y tal y cual, le dile a Pino, digo trasmítele que le monto un chocho a todos que se cagan. Y por la tarde me llamó y no que ha habido un error, que tal y que cual, me llamó la Cospe, joder no delates a nadie, que tal....Y yo .Cómo que no? Os busco la ruina a todos y al primero al "barbas", a tornar por culo! Yo que tú macho, con toda la información que tienes, con todo el éste, que has contratao los canutos, que tal no me jodas tronco, si lo tienes todo"