Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en alerta por el efecto domino que puede provocar el atentado de Viena

Madrid

Policía, Guardia Civil y los servicios de Información del Estado están en alerta por el efecto "dominó" que los atentados de Viena y de Niza pueden provocar en nuestro país. Policialmente a esta hora no hay constancia de que exista ningún tipo de elemento vinculante entre estos dos atentados y los objetivos que tiene la policía bajo control en España pero se ha detectado una exaltación en las redes sociales por parte de simpatizantes apoyando e instando a la comisión de atentados en suelo europeo.

Fuentes policiales aseguran a la Cadena SER que Interior de momento no tiene intención de incrementar la alerta hasta el nivel 5. Este grado de alerta es la más alta e incluye el despliegue del ejército por la calle realizando labores de seguridad y de policía judicial. Lo que se está barajando según estas fuentes aunque el ministerio de Interior no lo confirma oficialmente es diseñar un refuerzo policial para el nivel de alerta 4 en el que estamos desde hace años. Estos refuerzos se suelen hacer en periodos vacacionales, en fechas señaladas como la Navidad con grandes aglomeraciones de personas y como respuesta a atentados que "sacuden" a países vecinos teniendo en cuenta la amenaza que sigue teniendo España con el terrorismo yihadista de corte internacional.

Preocupan los atentados domésticos y también los atentados que se puedan originar contra intereses occidentales en países donde estamos desplegados y donde Francia tiene amplias misiones internacionales. Los países que ahora mismo están en rojo son África, Israel o Arabia Saudí. Francia ha extremado ya la alarma para proteger a sus tropas en África.

El último comunicado que nos amenaza directamente es de Al Qaeda en el mes de octubre. Anima a atacar suelo europeo aprovechado la debilidad y vulnerabilidad a la que nos enfrentamos debido a la pandemia COVID-19. Europol, la Policía Europea también ha informado en los dos últimos meses que los grupos terroristas como Al Qaeda o Estado Islámico pueden aprovechar esta situación para atentar en Europa o introducir armas desde zonas en conflicto como Siria e Iraq.

El ministerio del Interior austriaco ha confirmado en las últimas horas que el agresor muerto era simpatizante del Estado Islámico. Las investigaciones apuntan a que el atacante tenía doble nacionalidad, de Austria y Macedonia del Norte aunque creció en Viena. En abril del año 2019 fue condenado a 22 meses de prisión por intentar viajar a Siria para unirse al Estado Islámico pero no estaba en la cárcel porque Austria tiene una ley que reduce la pena a los condenados de entre 18 y 20 años.