'Café con Europa' con jóvenes gallegos: cómo afrontar la despoblación (sin morir en el intento)

Madrid

Café con Europa es una iniciativa de la Comisión Europea que comenzó hace unos años con la intención de tomar un café con jóvenes de poblaciones de menos de 3.000 habitantes para conocer de cerca cuáles son sus necesidades y reflexiones en torno a la despoblación. Con ese mismo espíritu, este jueves se ha celebrado uno de esos cafés pero de forma virtual con jóvenes de zonas rurales de Galicia. La escritora Ángeles Caso ha moderado el evento que ha contado con la participación de María Gafo, especialista en despoblación y zonas rurales, jefa Adjunta de Unidad de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea. María destaca el hecho de que ya haya una comisaria europea que ocupe concretamente la cartera de Demografía y Democracia y señala que la despoblación no es solo un problema que afecte solo a España, aunque en nuestro país llevemos décadas viendo cómo los pueblos se quedan sin habitantes: "En Rumanía, Bulgaria o Croacia ha habido una sangría poblacional en los últimos años y en Alemania hay una diferencia brutal entre el este y el oeste. El este se ha vaciado y se ha ido hacia el oeste".

Gafo reflexionó sobre la posibilidad de que la crisis del coronavirus abra nuevas oportunidades para el rural. En todo caso, se necesitan servicios básicos, como escuelas y sanidad. En esta línea, subrayó la importancia de impulsar un programa de viviendas en el rural, que darían mayores posibilidades de independencia a los jóvenes, que no se pueden permitir una casa en la ciudad. Además, destacó que la presidenta Ursula von der Leyen hizo referencia en su toma de posesión al mundo rural.

Como en el anterior foro sobre despoblación en Huesca, la empresa Mazinn ha sido la encargada de dinamizar el diálogo entre los participantes. Emprendedores como Hugo Pérez, el director de Gurung, una nueva bebida alcohólica a base de miel, o Bienvenido Varela, un joven ganadero que volvió a casa para seguir con el cuidado de las vacas de su familia tras los estudios, han sido algunos de los intervinientes. Todos han coincidido en que una de las buenas cosas que ha traído la pandemia ha sido la digitalización y el impulso al teletrabajo, pero lamentan que "a veces las administraciones, en vez de ayudar, ponen trabas burocráticas y muchas veces no hay continuidad a esas ayudas".

Los jóvenes insisten en que “no hay las mismas oportunidades laborales” que en las ciudades, ya que en los pueblos “faltan comunicaciones” y “cada vez es más difícil el desplazamiento sin un coche propio”. También apuntan que “el acceso a la sanidad es más complejo, no hay facultativos”, lo que provoca que se reduzcan los servicios.

Carlota López, presidenta del Foro de la Asociación de Empresa Familiar de Galicia y Adjunta a Presidenta del Grupo Aresa, también cree que "el teletrabajo es una herramienta que hemos descubierto por obligación pero que tiene muchas ventajas" y anima a que no se desaproveche esta oportunidad para atraer a nuevos pobladores. Pero, además de una buena conexión a internet y buena red de transportes, Hugo Pérez considera que en España "también hace falta un poco más de cultura del emprendimiento", porque hay mucha gente con buenas ideas que quizá no sabe ni cómo empezar.

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Los jóvenes participantes admiten que “hay cosas que siempre van a estar en las ciudades, pero hay otras que sí que podrían estar en el rural”. En este sentido, apuntan a la posibilidad de “instalar determinados centros administrativos y centros de formación que estarían mejor ubicados en el rural”.

Con todo, celebran que se desarrollen iniciativas como el Café con Europa, y opinan que “estamos en el camino correcto”, pese a que queda trabajo por realizar. “Hay iniciativas que apoyan el emprendimiento rural, y ese es el camino que hay que seguir”, añaden, al tiempo que invitan a otros jóvenes a sumarse al rural, porque “hace falta mano de obra”.