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Comer cuando hace mucho frío: la experiencia de un científico español destinado en la Antártida

Un investigador del CSIC especializado en pingüinos relata sus peripecias gastronómicas cerca del polo sur

Desayunos con frío: misión en la Antártida

Desayunos con frío: misión en la Antártida

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Madrid

Andrés Barbosa sabe muy bien qué es el frío. Su trabajo como investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales —especializado en pingüinos— le ha llevado a participar en 14 expediciones a la Antártida. Viajes a las proximidades del polo sur que le han servido para constatar los efectos del cambio climático y también para acumular un sinfín de anécdotas gastronómicas: del chocolate con churros a los aguacates congelados, pasando por las paellas de subsistencia (con arroz basmati).

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"Al estar todo el día a la intemperie, con mucho viento, las comidas son bastante frugales —frutos secos, chocolate y un termo con caldo caliente—, así que los desayunos energéticos son muy necesarios porque el solo hecho de llegar a la pingüineras ya requiere una caminata larga, subiendo trechos bastante empinados", explica este científico del CSIC, coordinador del Programa Científico del Comité Polar Español. "Y aunque vamos en el verano austral, hay mucha humedad y la sensación térmica suele ser de -15 o -16". 

Barbosa explica que en la base suele haber una gran variedad de productos para desayunar: miel, chocolate, yogures, leche, café, fiambres, zumos envasados... y, si no ha pasado mucho tiempo desde la llegada del último barco, también fruta fresca. Su mayor lujo es contar con pan del día, recién horneado. Y los domingos, para que no parezca que todos los días son iguales, toman chocolate con churros.

Pero después de pasar 10 horas a la intemperie estudiando cómo viven los pingüinos, también apetece algo calentito: "Lo mejor son los platos de cuchara: un buen cocido, unas lentejas... En las bases se come tan bien como en España. Para algunas cosas, ¡incluso mejor! Siempre hay alguno que se anima a hacer un plato de su tierra: paella valenciana, migas"...

El deshielo de la Antártida es uno de los síntomas más evidentes del cambio climático.

El deshielo de la Antártida es uno de los síntomas más evidentes del cambio climático. / CSIC

Cocinando en un iglú

Barbosa dice que tanto en la base Juan Carlos I como en la Gabriel de Castilla hay muy buenos cocineros. Lo mismo que en los buques de investigación oceanográfica Hespérides y Sarmiento de Gamboa. "Pero cuando tienes que hacer un campamento, la cosa cambia", detalla. "Allí no hay calefacción ni forma de secar la ropa mojada. ¡Es donde más frío he pasado! Tenemos tiendas individuales y dos iglús de fibra de carbono que usamos como cocina y como laboratorio".

La dieta en esos campamentos resulta bastante más limitada: tostadas de pan de molde, aguacates congelados, comida liofilizada, productos enlatados, algún plato precocinado y envasado al vacío... "Allí no cocinamos más que algo de arroz o unas legumbres que preparamos como podemos", cuenta por teléfono.

Trabajos científicos en la Antártida.

Trabajos científicos en la Antártida. / CSIC

La gastronomía antártica tiene otras particularidades: desde el asado que suelen ofrecer los científicos de las bases de Argentina o Uruguay, al ingenio con el que, muchas veces, han cubierto ciertas carencias culinarias. "La primera vez que fui a la Antártida no había cocinero y recuerdo que preparé una paella con arroz basmati y cosas de lata", explica Barbosa. "Y como el chocolate siempre se suele acabar, preparamos una especie de bombones mezclando Philadelphia con Colacao".

Gastronomía y cambio climático

El coordinador del Programa Científico del Comité Polar Español también habla con propiedad de los efectos del cambio climático: "La Antártida y el Ártico son las dos zonas del planeta donde más rápido se están elevando las temperaturas y donde más visibles son sus efectos. Más del 80% de los glaciares de la Península Antártida, ya han perdido al menos un 10% de su masa".

Barbosa, de hecho, lamenta que en los productos envasados aún no aparezca por norma su huella de carbono. "Lo mejor que podemos hacer es consumir productos locales que no hayan requerido transporte, y también productos de origen vegetal, que no requieren tanto consumo energético".

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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