Sánchez asegura que la democracia española puede amparar "pensamientos chocantes" pero nunca la violencia
"Ninguna democracia plena puede amparar situaciones de violencia", ha dicho
Madrid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso de los Diputados que ninguna democracia plena puede amparar situaciones de violencia: "Nada hay más opuesto a cualquier libertad en una democracia que el uso de la violencia".
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"La violencia es un ataque a las libertades", dirigiéndose directamente al líder de Vox, Santiago Abascal, a quien le ha espetado que el Gobierno está en contra de todos los tipos de violencia: "La violencia en las calles, la violencia contra las mujeres y la violencia contra los inmigrantes".
El presidente del Gobierno también ha señalado que "la violencia es la peor propaganda para cualquier causa" porque atrae toda la atención y la desvía de los problemas auténticos.
Sánchez también ha asegurado que la democracia "ampara el derecho a la manifestación y a la libertad de expresión", y que eso incluye también "pensamientos chocantes y hasta infames", refiriéndose sin citarlas a las letras del rapero Pablo Hasél.
"Pero lo que no ampara bajo ningún concepto es ninguna situación de violencia", ha asegurado el presidente del Gobierno.
Esta es la primera vez que Pedro Sánchez se pronuncia directamente sobre la violencia vivida durante algunas de las protestas a favor de la libertad de expresión que, a lo largo de la última semana, se han producido en varias ciudades españolas tras el encarcelamiento del rapero catalán Pablo Hasél, condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha asegurado esta semana que se estaba generando un "debate falso" sobre su postura y la de su formación ante los disturbios producidos en las manifestaciones contra el ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél, dado que condenan, como "todo el mundo", los actos de violencia. Sin embargo también ha destacado que no va a formar parte del "coro" que trata de "criminalizar" la protesta social y a la juventud.
