Aznar y Rajoy niegan la evidencia
Los expresidentes del Gobierno insisten en negar la existencia de la caja b en el PP o el cobro de sobresueldos, ratificados en sentencia por el Supremo
Un hosco Aznar intenta deslegitimar a las acusaciones populares y niega que autorizara pagos en negro a Ayesa pero no que la operación existiera
Madrid
Los expresidentes del Gobierno y del Partido Popular, José María Aznar y Mariano Rajoy, han comparecido este miércoles en el juicio por los usos de la caja b del PP. Lo han hecho como testigos y han jurado decir verdad, pero no en pocas ocasiones han orillado ese juramento durante su declaración. Ambos han negado el cobro o conocimiento alguno del pago de sobresueldos en el partido, la percepción o mediación para la recepción de comisiones ilícitas de empresarios, o la existencia de la caja b. Y estos extremos han sido probados ya por dos sentencias, tanto en la Audiencia Nacional como por parte del Tribunal Supremo, por lo que la existencia de una contabilidad paralela en el Partido Popular ha adquirido firmeza. Se trata de una realidad que han negado ambos líderes políticos con vehemencia. En el caso de Mariano Rajoy, como hiciera Cospedal, ha añadido un matiz: de existir, ha dicho, sería “de Bárcenas, no del PP”, ante el reproche de las acusaciones que le han preguntado si acaso el extesorero abonaba los sobresueldos de su bolsillo.
Aznar abronca a las acusaciones
Aznar comenzaba su comparecencia enmascarado, a pesar de declarar por videoconferencia y encontrarse solo en el despacho de su casa, por lo que el letrado de la acusación popular del Observatori Desc, Gonzalo Boye, le ha expresado su extrañeza sobre esa situación y ha expuesto sus dudas respecto a si realmente se encontraba solo y llevaba la mascarilla por si había alguien más a su lado asesorándole en las respuestas. El presidente del tribunal ha considerado impertinente el comentario.
Aznar ha tratado de deslegitimar a las acusaciones populares, claves tanto en numerosos procedimientos en España como en el caso Gürtel, recordando a cada uno de sus abogados al llegarles el turno de interrogarle, su pasado próximo al PSOE, la defensa de intereses de diputados socialistas o que uno de ellos haya representado al expresidente catalán, Carles Puigdemont, por lo que el exmandatario popular ha sido reprendido por el presidente del tribunal.
Niega que autorizara pagos en negro pero no su veracidad
José María Aznar ha negado que autorizara la "operación reservada" para el pago de 3.600 euros mensuales durante cuatro años al consejero navarro Calixto Ayesa, procedentes de la caja b, en contra de lo que había admitido el exdiputado Jaime Ignacio del Burgo. Pero Aznar no ha dicho que Del Burgo, del que ha alabado su “memoria”, mintiera. Entonces, ¿quién pidió al tesorero Lapuerta que ejecutara la operación si Jaime Ignacio del Burgo solo habló con Aznar de esos pagos que efectivamente se realizaron?. La interrogante ha quedado sin respuesta.
La contradicción de Aznar
El expresidente del Gobierno ha incurrido en contradicción al ser preguntado por una circunstancia clave para las acusaciones. Sostienen que el sistema de cobros ilícitos de mordidas que sustentó la contabilidad b, se pergeñó durante el periodo en el que Francisco Álvarez Cascos desempeñó las tareas de tesorero a principios de la década de 1990, tras la dimisión del anterior, Rosendo Naseiro, por supuesta corrupción. Aznar ha insistido en que era falso e imposible, porque Cascos ocupó el puesto de forma “transitoria, provisional e interina” y no desempeñó función alguna. Ha aseverado que permaneció “solo unos meses” en el puesto. Pero el letrado de la acusación, Virgilio Latorre, le ha recordado que estuvo mucho más tiempo, “dos años” hasta que fue nombrado Álvaro Lapuerta, por lo que Aznar ha tenido que conceder que “hay periodos transitorios más largos en la historia de España”.
Mariano Rajoy falta a la verdad
Por su parte, el expresidente Mariano Rajoy, al contrario que el resto de exdirigentes, ha comparecido sin mascarilla desde su domicilio y también ha negado cualquier conocimiento o relación con el caso. En más de una docena de ocasiones ha empleado la expresión “absolutamente falso” para rechazar las evidencias o ha calificado de “mentira” y “delirio” las afirmaciones de Bárcenas y sus apuntes manuscritos. Rajoy no solo ha faltado a la verdad al negar la caja b. También cuando ha manifestado que la contabilidad paralela fue redactada ex profeso por el tesorero para fabricar una coartada, ya que la justicia ha considerado probado que Bárcenas redactó sus documentos en las fechas que dijo haberlos elaborado. O al aseverar que “el 95% de las personas que figuran en los papeles han negado” su veracidad, porque en realidad, más del 60% de los apuntes de esa contabilidad han sido verificados y admitidos por sus responsables y el resto se trata de los perceptores de sobresueldos, que los negaron para no ser objeto de reproche social, según la sentencia de la Gürtel, y por la mayoría de empresarios supuestos donantes de dinero b, porque reconocer los pagos supondría admitir la comisión de un delito de cohecho. De hecho, el Tribunal Supremo, al considerar probada la caja b, sentenció que la Audiencia Nacional contó con prueba “válida y suficiente” para llegar a esa conclusión. Y una prueba básica fue la contabilidad b de Bárcenas.
Rajoy no conoce a Rajoy
Mariano Rajoy no solo no ha despejado la duda respecto a si el extesorero se refería a él cuando anotó a "M.Rajoy" como perceptor de sobresueldos, sino que tampoco se ha reconocido cuando la anotación aludía a su nombre y apellido completo. "No sé a quién se refería", ha dicho el expresidente, para negar de nuevo de forma rotunda que él fuera el perceptor de sueldo extra alguno.
Rajoy también ha manifestado que "no estaba en el tema" de la economía o de la reforma de la sede del PP, y ha negado que utilizara una destructora de papeles en su despacho, para acabar con las copias de los últimos papeles de Bárcenas. "No pude destruir lo que nunca estuvo en mis manos", ha declarado el expresidente del Gobierno
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