El BBVA plantea el despido de 3.798 empleados, el 16,3% de su plantilla, y el cierre de 530 oficinas

Madrid

El BBVA plantea el despido de 3.798 empleados, el 16,3% de su plantilla, que suma en la actualidad un total de 23.312 empleados. La red bancaria será la más sacudida en este ajuste de persona que se pretende repartir por áreas de la siguiente manera: 3.025 bajas en una red de oficinas que ocupa a 15.057 empleados; 155 despidos más, entre los 1.149 empleados de sus servicios centrales; 360 despidos adicionales entre los 4.446 empleados que trabajan en los centros corporativos de la entidad y el resto entre las restantes áreas de negocio, aunque quedan intactas las áreas de BEC, Corporativa y de Consumer Finance.

La dirección del banco ha planteado, además, el cierre de 530 oficinas, lo que representa casi una de cada 5, el 21% del total, argumentando que se cierran 281 por solapamiento, 241 por no ser estratégicas y 7 denominadas de convenio.

La mayoría de cierres y de despidos se ejecutarán en Catalunya, donde las sucursales que se cierran son 204 (casi el 40% de la red existente en aquella comunidad) y en Madrid donde serán más de 101 (el 25% del total). El reparto geográfico de los cierres propuesto por BBVA queda así:

• Canarias, de 112 of. ->14.
• Noroeste, de 330 of. ->59.
• Centro, de 381 of. ->101
• Este, de 319 of. ->35.
• Norte, de 255 of. ->41.
• Sur de 375 of. ->76.
• Cataluña de 578 of. ->204

Los argumentos del BBVA

La dirección de BBVA ha justificado estas medidas con tres argumentos:

• La digitalización del sector y el auge de una banca electrónica que hace menos necesario, ha dicho, el uso de la red de oficinas.
• La entrada de nuevos competidores y fintechs que rebajan los márgenes del sector.
• Y los bajos tipos de interés y bajas rentabilidades que golpean a la banca en los últimos años.

Oleadas de despidos, frágil sistema bancario

La banca encara una semana en la que se van a sumar más de 10.000 despidos. Solo en los últimos 12 meses, las entidades bancarias han despedido a más de 20.000 empleados y, si se toma como referencia la última década, la banca ha rescindido contratos a uno de cada 3 empleados, es decir, a más de 100.000 trabajadores o el 35% del total desde la crisis anterior.

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Como consecuencia, España ha pasado de tener uno de los sistemas bancarios más robustos de Europa a colocarse en la cola si se miden los ratios de empleados por oficina o de número de personas a las que atiende cada empleado de banco. Según los datos del BCE, España está a la cola en ambos parámetros.

En las oficinas de España hay 7,4 empleados mientras que en las de Alemania hay 21 trabajadores o hasta 45 en las de Reino Unido.

Igualmente, la saturación de los trabajadores españoles es mayor que en ningún otro lado. Cada empleado de banca español debe dar servicio a 268 personas, frente a las 201 en Portugal, las 168 en Francia o las 143 de Alemania.

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La respuesta de los sindicatos

En una entrevista concedida a Hora 14, Victoriano Miravete, responsable del sindicato financiero de UGT en el BBVA, ha asegurado que la dirección del banco aún no ha comunicado cómo quiere acometer la reducción de plantilla y ha criticado la incoherencia de su gestión.

"Parece que vamos hacia la extinción porque cada vez vemos más colas en las sucursales bancarias", ha dicho. "Es cierto que estamos desplazando a la gente a los medios telemáticos, pero solo lo hacemos para las operaciones de menor valor agregado porque muy poca gente es capaz de contratar una hipoteca o comprar fondos a través de internet".

"Están tocando hueso", ha añadido. "Fuimos nombrados sector esencial durante el estado de alarma y gracias al personal de banca se pudieron canalizar los 100.000 millones de euros en créditos del ICO".

Escrivá pide a CaixaBank y BBVA que piensen en las ayudas públicas recibidas

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado este jueves que entidades financieras como CaixaBank y BBVA, que han anunciado ajustes de empleo, deberían tener en cuenta las ayudas públicas que recibieron en la anterior crisis antes de acometer un ERE.

"Los dirigentes de las instituciones financieras deben ser conscientes de hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores, y en esta situacion esa reflexión me parece particularmente relevante (...) Esa reflexión debería inspirar cualquier decisión empresarial", ha subrayado.

En rueda de prensa para presentar un nuevo portal de la Tesorería General de la Seguridad Social para relacionarse con los ciudadanos, Escrivá ha recordado a las entidades financieras que su 'rescate' no sólo se manifestó a través de la limpieza de sus balances, sino también con una serie de ayudas públicas que deberían tener en cuenta a la hora de anunciar ajustes de plantilla.

El ministro confía en que estos ERE sean los últimos que se producen en el marco de un modelo antiguo de ajustes de empleo que debe transformarse y dar paso a mecanismos de flexibilidad interna inspirados en los actuales expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), tal y como está contemplado en el Plan de Recuperación.

Dichos mecanismos, ha subrayado, son más eficaces para abordar los procesos de transformación empresarial, más graduales y permiten reestructuraciones ordenadas en los que los vínculos con la empresa se mantienen.