Atascos en carreteras, bares llenos y los primeros bañistas en las playas. Así ha comenzado el primer fin de semana tras concluir el estado de alarma, acompañado además de temperaturas veraniegas. Hasta las 13:00 horas, prácticamente todas las salidas de Madrid registraban complicaciones de tráfico, especialmente la autovía de Burgos (A-1), en el entorno del circuito del Jarama; la autovía de Valencia (A-3), en Rivas Vaciamadrid; y la autovía de Extremadura (A-5), en Arroyomolinos. Con la movilidad entre comunidades autónomas permitida, se registraban asimismo dificultades en el tráfico de salida de Sevilla por la A-4, en Dos Hermanas; y por la A-49, en Sanlúcar la Mayor, donde horas antes se había producido un accidente. Y es que miles de españoles han conquistado las playas de la costa mediterránea que no han dudado en acudir a las playas para disfrutar del buen tiempo y las olas. Así, las playas de Murcia, la Comunidad Valenciana y la costa andaluza han sido las más suscitadas y han acogido a una multitud de personas que dedicaban su tiempo libre a bañarse, hacer deporte, tomar el sol o pasear junto a la orilla del mar. Los más impacientes se han decidido a darse el primer chapuzón de la temporada, mientras grupos de niños y jóvenes disfrutaban del mar sobre sus tablas haciendo surf. Otro de los planes de este sábado ha sido ir a disfrutar del parque de atracciones de PortAventura o Tibidabo, que han abierto sus puertas al público tras ocho meses de candado por las restricciones del coronavirus. Ambos parques han abierto con el 30% de su aforo, lo permitido según la normativa actual, aunque esperan poder aumentarlo hasta el 100% este verano. Los primeros visitantes que han llegado a PortAventura sobre las 10, lo han hecho de forma escalonada y en su mayoría han sido jóvenes y familias. Según el responsable del parque, este fin de semana esperan acoger entre 5.000 y 8.000 personas, pues se han vendido ya 3.700 entradas. Asimismo, el Tibidabo de Barcelona ha levantado la persiana con el 80% de sus atracciones en funcionamiento y con todas las indicaciones para respetar las medidas anticovid. Los bares y las fiestas también han protagonizado la jornada de este sábado. Se han podido ver terrazas llenas por todo el territorio nacional y gran afluencia de gente. Sin embargo, el sábado comenzó con botellones e incumplimiento de las medidas sanitarias y las consecuentes sanciones. Las mayores concentraciones se han producido en Barcelona, donde la Guardia Urbana ha desalojado a 7.180 personas que bebían en grupo o no llevaban la mascarilla puesta. También se han registrado incidentes en Navarra, Aragón o Castilla y León. En la Comunidad de Madrid se celebran las fiestas de San Isidro y la Delegación del Gobierno se ha anticipado a las posibles aglomeraciones con un dispositivo de seguridad compuesto por 2.240 agentes para que no se repitan las imágenes de la semana anterior. Así, la vigilancia se concentra en puntos como la Pradera de San Isidro, los parques de la zona del sureste, Malasaña, las Vistillas y las zonas centrales de la capital. Aunque son unas fiestas marcadas por la pandemia, eso no ha impedido a los madrileños enfundarse los trajes de chulapos y violeteras y salir a disfrutar, dentro de lo posible, de San Isidro. De hecho, el recinto ferial abrió el viernes y con ello, ha vuelto la noria, el barco pirata o el tren de la bruja. Y lo más importante, la ilusión de los visitantes. Tampoco podían faltar los chotis en la pradera de San Isidro, la tradicional misa y los conciertos en Matadero. Con la reapertura de las comunidades y la recuperada movilidad, el sector de la hostelería, el turismo y la cultura, grandes sectores castigados duramente por la pandemia, ven la luz al final del túnel. Así, la decisión de los países europeos de abrir sus fronteras y permitir a sus residentes viajar a zonas de nuestro país, como Baleares o Canarias, es un escenario muy esperanzador.