Sociedad | Actualidad
Coronavirus

Vacunar a adolescentes o donar: la clave para que alcancemos la inmunidad colectiva cuanto antes

Los expertos en Salud Pública analizan las estrategias para combatir la pandemia y aseguran que lograremos ponerle fin en España a finales de este año

La campaña de vacunación contra la COVID-19 en India. / Getty Images

La campaña de vacunación contra la COVID-19 en India.

Madrid

La vacunación contra la COVID-19 avanza de forma desigual en el mundo. Mientras que países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido o Israel cuentan con los recursos suficientes y tienen a casi la mitad de su población inmunizada, países pobres o en vías de desarrollo como Chad, Zambia o la República Democrática del Congo no han iniciado aún el proceso de vacunación. Los expertos en Salud Pública e inmunología insisten en que para lograr la inmunidad colectiva es necesario abordar la pandemia de forma global y ningún país debe quedarse atrás.

Más información

"Hablamos de una pandemia que afecta a todo el planeta y se debe abordar de forma global. No podemos pensar en clave de región, países o de Unión Europea, eso es un error importante", reclama el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, que considera necesario acelerar el mecanismo COVAX y donar las vacunas sobrantes y aumentar la producción para enviarlas a los países más necesitados.

Sin embargo, países como Francia, Italia, Rumanía o España ya están incluyendo a los adolescentes en el plan de vacunación pese a las advertencias de la OMS que pide priorizar la vacunación en los grupos de riesgo de países del tercer mundo. "Entiendo que algunos quieran vacunar a sus niños y adolescentes, pero ahora mismo los insto a que lo reconsideren y donen vacunas a COVAX, ya que en los países de ingresos bajos el suministro de vacunas no ha sido suficiente ni siquiera para inmunizar a los profesionales sanitarios", declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en mayo.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. / Getty Images

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. / Getty Images

La mejor estrategia

La polémica está servida y entre los expertos el debate sigue abierto: ¿alcanzar la inmunidad colectiva en los países desarrollados primero y luego donar las vacunas al resto, u homogeneizar el proceso de vacunación a nivel mundial? Para el presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria, José Ramón Martínez Riera, es esencial alcanzar una cobertura de grupo "para poder controlar la pandemia y conseguirlo a nivel global es fundamental para reducir la probabilidad de aparición de nuevas variantes que puedan comprometer la eficacia de las vacunas actualmente disponibles". Además, explica que con la evidencia disponible no se puede concluir que los niños y adolescentes puedan ser el principal grupo portador y transmisor de la enfermedad como para priorizar su vacunación.

También asegura que, aunque los niños y adolescentes no estén protegidos, "están sometidos a cuadros virales continuamente y tienen buenas defensas e inmunidad innata y adaptativa, y son capaces de protegerse en principio", por lo que apremia más la vacunación de otros grupos de riesgo y de países pobres. Sin embargo, el jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba y miembro del Comité de Medicamentos de la AEP, Roi Piñeiro, considera que "hay que impulsar la vacunación del mayor número de individuos en todo el mundo y en el menor tiempo posible, incluyendo adolescentes, y también niños más pequeños".

¿Cómo alcanzar la inmunidad colectiva?

En este sentido, hay quienes confían en que para lograr la inmunidad de rebaño a nivel mundial es más efectivo comenzar desde pequeñas comunidades e ir extendiendo la vacunación a otras regiones, como Piñeiro: "La inmunidad de grupo se consigue en diferentes comunidades formadas por personas. Primero en un barrio, luego en un pueblo, una ciudad, una provincia, una comunidad autónoma, cada país y finalmente cada continente y el mundo entero". Aunque otros creen que puede entrañar riesgos al no ser suficiente la protección de unos países frente al desamparo de otros que pueden ser sometidos a nuevas variantes más infecciosas y con consecuencias más drásticas.

"Dejar de vacunar a los más mayores de países que no están teniendo un acceso significativo a las vacunas los convierte en países con mayores cifras potenciales de enfermedad grave, muertes y hospitalizaciones", señala Martínez Riera de forma tajante. Asimismo, López Hoyos, explica que "si tenemos una tasa de infección y tenemos sin proteger a mucha población en el resto del mundo, habrá infecciones en sitios superpoblados, en países como India, que puedan generar focos de infección y de aparición de nuevas variantes que puedan provocar que no tengamos protección con la vacuna o con la inmunidad natural que hayamos generado".

¿Qué ocurrirá si los países pobres no reciben vacunas?

El primer mundo está a un paso de conseguir la inmunidad frente a la COVID-19, pero obvian el riesgo que supone la desigualdad en la vacunación de los países menos desarrollados. Se podría pensar que inmunizar a grandes poblaciones occidentales serviría de pantalla protectora a otros países con bajos porcentajes de vacunación. "Si en una comunidad determinada se ha alcanzado la inmunidad de grupo, el riesgo de transmisión de la enfermedad en dicha comunidad es mucho menor, aunque exista contacto con personas no vacunadas que procedan de otras comunidades", explica Piñeiro.

No obstante, estas comunidades no están exentas de riesgo y como afirman el experto en Salud Pública y el presidente de la Sociedad de Inmunología, pueden aparecer nuevas variantes más infecciosas con capacidad de escape a las vacunas existentes. "Obviamente, es más probable que se consiga el 'control' en los países desarrollados si se 'deja en tercer plano a los países en vías de desarrollo', pero esto podría suponer la posible aparición de nuevas variantes que, en un mundo globalizado como el actual, serán difícilmente contenibles", reflexiona Martínez Riera.

"En países que tienen el 0 o el 1% de la población vacunada poca pantalla protectora puede haber, porque en cuanto caiga una persona infectada se expande el virus de forma muy rápida y la población que está vacunada puede transmitir el virus a los que no lo están", alerta López Hoyos. El inmunólogo avisa también de que las futuras variantes, si son más infecciosas y de rápida transmisión, pueden elevar el porcentaje que se necesita para lograr la inmunidad de grupo por encima del 70%. "Si la variante original de la COVID-19 tiene una infectividad del 3%, la india está alcanzando el 8% y si se impone en la población mundial igual tenemos que llegar al 80% o más para alcanzar la inmunidad colectiva", afirma.

¿Cuándo acabará la pandemia?

Todos los expertos coinciden en que el final de la pandemia cada vez está más cerca en los países desarrollados y con alto porcentaje de inmunización. "Nos queda todo el próximo año o año y pico para conseguir la inmunidad colectiva en todo el planeta, aunque en España esperamos tener el 70% en otoño o a final de año", señala el presidente de la Sociedad de Inmunología, que insiste en dar una respuesta rápida en los países más desfavorecidos porque se trata de "una crisis aguda que no se soluciona con el debate de liberar patentes, sino donando vacunas".

Martínez Riera apela, además de a la vacunación, a las intervenciones comunitarias "para formar a la población a través de una educación capacitadora y participativa para controlar la pandemia, conseguir la eficacia del proceso de vacunación y de protección global, empoderando a la comunidad y haciéndole partícipe en la toma de decisiones, al lograr la autogestión, autodeterminación, autonomía y el autocuidado necesarios para ello".

Todavía quedan meses e incluso años para dominar la pandemia a nivel mundial, pero las vacunas y el equilibrio en el proceso de inmunización son claves para combatirla. "La erradicación del SARS-CoV-2, quizá nuestros biznietos puedan vivirla. Nos queda mucho tiempo de convivencia con la COVID-19, como con la gripe y muchos otros microorganismos. Por suerte, y gracias a las vacunas, esta convivencia será menos dramática", concluye Piñeiro.

El ritmo de la vacunación mundial

Sandra Fernández Pérez

Sandra Fernández Pérez

Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Ciencia Política y Gestión de la...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00