La mayoría de la UE hace frente común contra la ley homófoba de Hungría
La mayoría de jefes de Estado y de Gobierno hicieron un frente común contra la polémica ley de Viktor Orbán que prohíbe hablar de homosexualidad en los colegios y en medios de comunicación
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, fue el más tajante: "Hungría ya no tiene cabida en la UE", dijo
Bruselas
La mayoría de jefes de Estado y de Gobierno hicieron un frente común este jueves contra la polémica ley del húngaro Viktor Orbán que prohíbe hablar de homosexualidad en los colegios y en los medios de comunicación, en la primera jornada de la cumbre europea en la que el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, fue el más tajante: "Hungría ya no tiene cabida en la UE", dijo.
En una rotunda intervención antes de la cumbre, Rutte dijo que Hungría "debe derogar" su controvertida ley y respetar los derechos humanos fundamentales consagrados en el artículo 2 del Tratado de la UE "que no son negociables, o debe irse".
Una eventual expulsión de Hungría de la UE "solo se puede hacer paso a paso", admitió el neerlandés, para quien la ley húngara "contradice seriamente los valores que defiende Europa", por lo que si la UE no actúa se convertirá en un mero bloque comercial, dijo.
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Rutte es uno de los 17 líderes europeos firmantes de una carta de rechazo a la controvertida ley y publicada unas horas antes del arranque de la primera de las dos jornadas de esta cumbre presencial, la última en esta presidencia semestral de Portugal en el Consejo Europeo.
La carta, impulsada según fuentes españolas por el español Pedro Sánchez y el luxemburgés Xavier Bettel, va dirigida a los responsables de las instituciones comunitarias y en ella expresan su voluntad de "seguir luchando contra la discriminación hacia la comunidad LGTBI y reafirmando la defensa de sus derechos fundamentales".
La alemana Angela Merkel, el francés Emmanuel Macron, el italiano Mario Draghi, el griego Kyriakos Mitsotakis, el belga Alexander De Croo o el irlandés Micheáál Martin son otros de los firmantes, a los que se sumó a última hora el austríaco Sebastian Kurz.
Sincero y emotivo, el primer ministro luxemburgués, abiertamente homosexual, advirtió de que "ser gay no es una elección, pero ser intolerante sí lo es".
"Si de verdad piensa que por ver una película o por hablar en una clase sobre orientación sexual te haces gay, realmente no ha entendido nada (...) Mezclar la pedofilia, la pornografía y la homosexualidad es inaceptable", continuó Bettel, que afirmó que la posibilidad de "ser diferentes" es un valor fundamental de la Unión Europea.
Este cierre de filas mayoritario contra la ley, que ya está en vigor, no pareció hacer mella en el primer ministro húngaro: Orbán rechazó las críticas a la ley y aseguró que él es un "defensor" de los derechos de los homosexuales.
"No tenemos ese tipo de ley (contra los homosexuales). Tenemos una ley sobre la defensa de los derechos de los niños y los padres", declaró a su llegada a la cumbre.
Dijo que los que la critican "no la han leído" y se mostró "dispuesto a hablar con quien sea que haya respetado a Hungría sobre esta nueva ley", incluida la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pese a que la víspera esta consideró que la normativa aprobada es "una vergüenza".
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, invitó a Orbán a "reflexionar, porque una Europa que no defiende los derechos es una Europa que no tiene título para pedir a otros defenderlos".
En su intervención en la cumbre, Sassoli insistió además en que la UE debe defender el Estado de Derecho y apeló al Consejo a avanzar con el procedimiento abierto a Hungría y Polonia por violaciones de estos principios.
"Los valores están en el corazón del proyecto europeo y por eso esta noche, durante la cena, tendremos un debate sobre este asunto", dijo, por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
"Ninguna discriminación es aceptable bajo ninguna circunstancia y cualquier discriminación contra la gente LGTBIQ+ es totalmente inaceptable en nuestras sociedades modernas", señaló, por su parte, el secretario general de la ONU, Antònio Guterres a su llegada al Consejo Europeo, donde estuvo invitado para el almuerzo.
En una carta enviada la víspera a la ministra de Justicia de Hungría, los comisarios europeos de Justicia, Didier Reynders, y de Mercado Interior, Thierry Breton, dijeron que Bruselas "no dudaría en tomar medidas de acuerdo con sus poderes en virtud del Tratado" si la ley obtenía la aprobación final.
Los comisarios enumeran en su misiva, divulgada por Reynders en su cuenta en Twitter, las normas europeas que son violadas por la legislación LGTBI de Hungría, incluida la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, la regulación audiovisual y de los medios, y las reglas que rigen la prestación de servicios en el mercado único.
Budapest tiene hasta el 30 de junio de plazo para responder.