El consejo de Tráfico para que un detalle tonto no reviente tu coche en plenas vacaciones
Si no quieres sufrir una inesperada avería al comienzo de tus vacaciones es muy importante que revises el vehículo con los consejos que ha ofrecido la DGT
Madrid
Llegan las vacaciones de verano y si vas a coger el coche para desplazarte a tu destino es muy importante que revises que algunos elementos están en condiciones favorables para no sufrir un incomodo imprevisto en carretera que te pueda arruinar el comienzo del viaje. De hecho, las baterías, los neumáticos y el motor son los que más problemas suelen dar y pueden evitarse con una buena revisión previa.
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Por lo que, si no quieres que tu vehículo te deje tirado o tengas que parar en mitad de un arcén para esperar a la grúa, es muy importante que sigas estas siete claves para revisarlo que ha ofrecido la Dirección General de Tráfico (DGT) en su cuenta de Twitter y con las que evitarás averías en tu desplazamiento.
De hecho, a muchas personas se les suele pasar hacer este tipo de revisiones antes de comenzar el viaje, o algunos pueden incluso desconocer cuales son los pasos a seguir para que su vehículo se encuentre óptimo antes de un desplazamiento. Como apunta la DGT, hasta 1,7 millones de coches sufren de estos incidentes cada año. Y no necesitas ser mecánico o tener grandes conocimientos de motores para poder hacerlo.
Los neumáticos
Lo primero que hay que tener en cuenta es el estado en el que se encuentran los neumáticos, tanto las ruedas del coche como la de repuesto, por si ocurre cualquier percance, y llevar también las herramientas necesarias por si se tiene que efectuar su cambio. "El dibujo debe tener 1,6 mm de profundidad como mínimo, una huella sin cortes y un desgaste regular. La presión se debe revisar en frío y teniendo en cuenta la carga", aconsejan desde Tráfico.
Nivel de Líquidos
Habrá que comprobar todos los niveles de líquidos del vehículo, el líquido refrigerante, el líquido de frenos, el de la dirección, el aceite del motor y por supuesto el limpiaparabrisas, que a veces queda olvidado. "El nivel de todos ellos se debe comprobar con el motor parado, en frío y con el coche sobre plano", advierten.
Comprobar la batería
Este elemento será muy importante que lo revises sobre todo si no sueles utilizar con asiduidad el coche, ya que al encontrarse parado por largas temporadas de tiempo puede dañarse, aunque las cambiaras hace relativamente poco tiempo. Por ello, desde la DGT, recomiendan comprobar que los bornes de la batería están ajustados, no tienen óxido y que el líquido se encuentra rellenando cada una de las celdas y sin ninguna fuga.
Y por supuesto, no te esperes a arrancar el coche en el momento en el que comienzas el viaje, para no llevarte un susto si, como te comentamos, apenas sueles utilizarlo.
Los frenos
Como sabrás, es sumamente importante que el freno funcione en condiciones, ya que de no hacerlo no solo podrías sufrir averías, sino poner en peligro tu vida ante un accidente o una mala frenada. Para que esto no ocurra deberás revisar las pastillas de freno y los discos. Normalmente, las pastillas suelen sustituirse cada 25.000 kilómetros que hagas con el vehículo, pero dependerá del coche y del uso que hagas de los mismos.
Las suspensiones
Al igual que ocurre con los frenos, no revisar las suspensiones puede tener efectos muy peligrosos sobre la conducción y provocar incidentes graves en carretera. Como recomienda la DGT, las suspensiones hay que cambiarlas sí o sí a los 75.000 kilómetros, porque sino el coche se vuelve más inestable en las curvas y podría darte algún susto.
Las luces
Aunque creas que las luces funcionan a la perfección, no está de más comprobar una por una que no están fundidas. Regular su altura es también importante porque a veces con el paso del tiempo pueden moverse de posición, y lo ideal sería que, una vez todo se encuentre comprobado, las limpies con una balleta para que su proyección sea óptima.
La temperatura del vehículo
La temperatura que tenga el vehículo en su interior no solo hará que tu viaje sea mucho más cómodo, sino que también te ahorrará algún susto o imprevisto si los motores alcanzan temperaturas elevadas que pongan en riesgo la conducción. "Para disfrutar de un viaje cómodo, la temperatura del vehículo no debe superar los 23 grados. Revisa el climatizador, la carga de gas y el filtro para evitar la fatiga y el posterior aumento del tiempo de reacción", aconsejan desde Tráfico.