Así ha sido el esperado regreso de Simone Biles a la competición que ha valido un bronce en equilibrios

Simone Biles ha vuelto a acaparar los focos en el Centro de Gimnasia de Ariake, sede de las pruebas de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La estadounidense, cuádruple medallista olímpica en Río 2016, venía de renunciar a las primeras finales de la cita japonesa y se ha presentado este martes con la intención de firmar una vuelta a lo grande en una de sus modalidades predilectas: la barra de equilibrio.

Superados los problemas que le obligaron a dar un paso atrás, Biles cuajó una actuación muy seria que apuntó directamente a medallas. Pese a las dudas que podían haber surgido respecto a su estado de forma en su reincorporación, la gimnasta arriesgó en sus movimientos y apenas dio muestras de flaqueza en una prueba de acrobacias plagada de dificultades.

Al término del ejercicio, sin embargo, se apagaron las opciones de reeditar su éxito con un nuevo metal dorado. Tras recibir una valoración de 14.000 en la tercera actuación de la jornada, Simone Biles se colocó inmediatamente en segunda posición por detrás de la china Xijing Tang. El puesto tampoco pudo conservarse al final del día, aunque la norteamericana preservó su sitio en el podio obteniendo la presea de bronce.

La tan esperada noticia de su retorno había agigantado las expectativas respecto a la final y los aficionados han festejado su irrupción en las redes sociales. Todo tipo de calificativos aplaudiendo la actuación han inundado las 'timelines'.