El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Josep Borrell, ha detallado que 106 de los ciudadanos afganos que han trabajando para la UE en Afganistán han sido evacuados y ya han aterrizado en Madrid, desde donde serán reubicados a otros países de la UE. Sin embargo, ha señalado que otras 300 personas que también colaboraron con las instituciones europeas y que la UE tiene la intención de evacuar por «obligación moral» siguen en el país asiático intentando entrar en el aeropuerto de Kabul. «Han trabajando para promocionar los valores europeos durante muchos años, tenemos que protegerles y salvar la vida de tantas personas como sea posible», ha enfatizado Borrell, quien ha calificado lo sucedido en Afganistán durante las últimas semanas como una «catástrofe» y una «pesadilla». En esta línea, el Alto Representante de Política Exterior de la UE ha precisado que enviará un equipo de cuatro personas para «desbloquear» la situación de los 300 afganos que el bloque trabaja por evacuar. Los ciudadanos afganos que han trabajado para la UE y llegarán a Madrid, ha explicado, serán después reubicados en los Estados miembros del bloque. Y en este punto, el jefe de la diplomacia europea ha confiado en que el proceso «funcione» y los países de la UE «no muestren de nuevo sus diferencias». También ha resaltado que la UE tendrá que reflexionar sobre cómo gestionar la posible llegada a Europa de afganos que lleguen a Europa en busca de protección internacional, a los que Borrell prefiere calificar de «exiliados» en lugar de «migrantes». Borrell ha asegurado que el bloque no puede dejar que Rusia y China «tomen el control de la situación» en Afganistán y se conviertan en los «patrocinadores» del Kabul liderado por los talibán. «No podemos dejar que chinos y rusos tomen el control de la situación y sean los patrocinadores de Kabul», ha afirmado ante los eurodiputados de las comisiones de Asuntos Exteriores y de Desarrollo del Parlamento Europeo en una sesión extraordinaria convocada para valorar los últimos acontecimientos en el país asiático El jefe de la diplomacia europea ha explicado que convocó el pasado martes una reunión urgente de los ministros de Exteriores de la UE para un «primer intercambio de opiniones» y para debatir el papel que la UE debe asumir «con respecto a las nuevas realidades políticas». A su juicio, la Unión Europea debe establecer «canales de comunicación» con los insurgentes, por ejemplo para canalizar la ayuda humanitaria destinada a la población local, aunque ha insistido en que esto no significa que el bloque reconozca el nuevo Estado islámico liderado por los insurgentes. «China ya ha reconocido a los talibán y Rusia lo hará, no van a cerrar sus embajadas y esto va a cambiar el equilibrio de poder. La autonomía estratégica de la UE estará sobre la mesa y tenemos que discutir cómo utilizarla», ha explicado. Así, el Alto Representante ha argumentado que el bloque tendrá que «desarrollar su capacidad diplomática» de la mano de aliados como Estados Unidos o Reino Unido con el objetivo de gestionar las «consecuencias políticas» de la llegada al poder de los islamistas. Además, Borrell ha enfatizado que el bloque debería ser «extremadamente prudente» con respecto a los talibán a pesar de que estos estén mostrando por ahora su «cara amable», puesto que «el primero de los objetivos» es conseguir evacuar a las personas que han trabajando para las instituciones europeas. «Por ahora están mostrando su cara amable (...) Pero francamente, tenemos que ser prudentes. Mientras nuestra gente todavía se encuentre allí tenemos que ser extremadamente prudentes porque el primero de nuestros objetivos e sacar a estas personas de allí», ha remarcado el español.