La comunidad internacional recibe garantías de los talibanes para la salida de afganos tras el 31 de agosto
Todavía hay miles de afganos que quieren abandonar el país y están atrapados en el aeropuerto
Madrid
Un centenar aproximado de gobiernos de todo el mundo han confirmado en un comunicado conjunto que han recibido garantías de los talibán de que los ciudadanos afganos que deseen abandonar el país recibirán paso seguro más allá de la fecha límite de la retirada de las tropas internacionales y su operación de evacuación, el próximo 31 de agosto.
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"Todos estamos comprometidos a garantizar que nuestros ciudadanos, nacionales y residentes, empleados, así como los afganos que han trabajado con nosotros y aquellos que están en riesgo puedan seguir viajando libremente a destinos fuera de Afganistán", según la nota, firmada entre otros por Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón, Francia, Marruecos, Australia, Egipto o España.
"Hemos recibido garantías de los talibán de que todos los ciudadanos extranjeros y cualquier ciudadano afgano con autorización de viaje de nuestros países podrán dirigirse de manera segura y ordenada a los puntos de partida y viajar fuera del país", añade la nota, publicada por la Casa Blanca. "Continuaremos emitiendo documentación de viaje a los afganos designados, y tenemos la clara expectativa y el compromiso de los talibán de que pueden viajar a nuestros respectivos países", subraya el comunicado, antes de concluir que los firmantes "toman nota de las declaraciones públicas de los talibán que confirman este entendimiento".
Miles de afganos quieren salir aún
Aún después de la masacre en el aeropuerto que dejó decenas de cadáveres en las calles, cientos de personas acuden a la terminal donde todavía pesan alertas por nuevas amenazas de ataques terroristas. "Todavía hay mucha gente esperando una oportunidad para irse, pero no creo que haya otra oportunidad. No hay forma de que puedan salir ahora", lamentó.
Solo ciudadanos extranjeros son permitidos en el aeródromo, y los talibanes tomaron el control de todas las entradas, por lo que las posibilidades de que afganos salgan en este momento, incluso aquellos en las listas para ser evacuados, son casi inexistentes. "Tenemos miles de periodistas atrapados, que ahora están escondidos", entre otros muchos grupos vulnerables, explicó el activista que asegura que los pedidos de ayuda no cesan. "Estamos hablando de miles de personas, que por alguna razón no pudieron entrar al aeropuerto", explicó.
La terminal aérea de la capital afgana ha estado por las últimos dos semanas rodeada de decenas de miles de personas que intentan entrar para abordar uno de los vuelos de evacuación, lo que ha mantenido el lugar en completo caos. "Hay miles de personas que han solicitado la evacuación pero tuvieron otros problemas o personas que simplemente no pudieron entrar al aeropuerto y se quedaron atrás", dijo Ghafoor.
En este momento hay cientos de personas que "no pudieron llegar al aeropuerto, no pudieron salir, se está escondiendo", detalló al tiempo que lamentó que "en este momento que no hay otra oportunidad". El propio Ghafoor, que se encuentra ahora en Alemania, espero junto a su familia casi diez horas para entrar a la base aérea.
Los que se quedan
El activista político afgano Idrees Stanikzai, se encuentra entre una de las personas que no logró entrar al aeródromo. "Esperamos casi 22 horas fuera del aeropuerto. Cambiaron la lista al menos cuatro veces", relató a Efe Stanikzai que junto con su esposa, intento sin éxito alcanzar uno de los vuelos. "Anoche, cuando finalmente llegamos a la puerta, el jefe talibán preguntó mi nombre, y me pidió que me quitara la máscara", relató el activista juvenil que asegura que el islamista no permitió su entrada por "no estar en la lista". "Él me dijo que me escondiera por unos meses porque mi situación no es la ideal", aseguró Stanikzai, que ha tenido una vocería crítica de los islamistas durante años, al tiempo que aseveró que fue advertido por los talibanes de su seguridad.
El jefe talibán en la puerta del aeropuerto "me dijo que aunque no estaría de acuerdo con que me maten, para él yo era un traidor, que me fuera, que él obtuvo la lista de los estadounidenses y que mi nombre no estaba allí", continuó. "Fue una pesadilla estar allí con mi esposa, queriendo apoyarla para no llorar frente a ellos", contó desde Kabul, escondido en "un lugar seguro" mientras intenta encontrar otro sitio donde esconderse.
La situación en la ciudad continúa deteriorándose, los ciudadanos siguen recluidos en sus casa pese al llamado de los talibanes a reincorporarse a las actividades cotidianas. "Los mercados, las tiendas y el tráfico en general están abiertos en la capital, pero los ciudadanos están afectados mentalmente", dijo a Efe un habitante de la capital afgana que no se identificó.
La crisis de efectivo producto del cierre de los bancos, y una violenta subida de precios hace aún más difícil la situación para los más vulnerables que no tienen otras opciones. "Un duelo general gobierna la mentalidad de los habitantes de la capital y todos buscan una forma de huir del país, especialmente de la capital", lamentó el kabulí.