Guía rápida de elecciones en Alemania

Madrid

¿Qué se vota?

El domingo 26 de septiembre están convocadas elecciones generales. Los alemanes eligen a sus representantes en el Bundestag, la cámara baja, que a su vez serán los encargados de elegir al canciller, el jefe de gobierno, equivalente al presidente del gobierno en España. En las elecciones anteriores, en 2017, la participación se situó por encima del 76%.

¿Cómo se vota?

Aunque se elige una sola cámara los alemanes tienen dos votos, y lo más trascendente, pueden elegir diferentes opciones en cada uno.

Con el primero optan por el representante directo de su distrito, y el candidato con más apoyo obtiene automáticamente un escaño en el Bundestag. Con esta papeleta se reparten 299 asientos.

Con el segundo voto, el ciudadano muestra su preferencia por un partido más allá de su distrito respaldando una lista cerrada. La proporcionalidad que refleje esta segunda votación es la que tiene que trasladarse a la composición de la cámara.

Como la representación final tiene que ser coherente con las preferencias mostradas por los alemanes en este segundo voto, la cifra de escaños asignados a cada formación varía en función del resultado de la primera votación. El mínimo de diputados es de 598, actualmente hay 709 y según algunas estimaciones este año la cifra final podría superar los 900

¿Por qué son importantes?

Sea cual sea el resultado del domingo, Merkel no volverá a ser la canciller. Y lleva siéndolo más de 15 años. Más allá de la incertidumbre que esto genera dentro del país, el adiós de la canciller genera también dudas fuera. Alemania es la mayor economía de la Unión Europea, se puede decir que en Bruselas no se toma ninguna decisión sin el visto bueno de Berlín, y el liderazgo de Merkel en las últimas crisis europeas (euro, migración, COVID 19…) ha sido determinante. A partir del lunes, esto va a cambiar.

¿Cuántos partidos hay?

Actualmente hay siete formaciones con representación. Para estar ahí necesitan obtener un 5 por ciento de los votos o que 3 de sus representantes sean elegidos de forma directa en sus distritos.

¿Hay algún favorito claro?

Como ocurre en España, aunque se votan a partidos, la elección de los candidatos a canciller influye de forma decisiva en la elección. Armin Laschet, la opción de la CDU, no ha hecho una buena campaña y, según las encuestas, muchos votantes conservadores que tradicionalmente votaban por Merkel se sienten ahora más representados por Olaf Scholz, ministro de Finanzas con la actual canciller y candidato del SPD. El partido socialdemócrata encabeza desde hace semanas los sondeos con un 25% de apoyo, mientras que la formación de Merkel ronda el 22%. Scholz parece bien colocado para ganar, pero para gobernar necesitará el apoyo de por lo menos otras dos formaciones. Los Verdes rondan el 16% de apoyo, liberales de FDP se quedan por debajo del 12% y los comunistas de Die Linke rondan el 6%.

¿Puede jugar algún papel la ultraderecha?

Alternativa por Alemania (AfD) fue la gran sorpresa en 2017 cuando se convirtió en la tercera fuerza política a nivel nacional. Este año las encuestas la sitúan muy por debajo de aquella posición, con apenas un 11% de apoyos. En todo caso, el resto de formaciones mantienen un estricto cordón sanitario por el que ni siquiera se considera la opción de pactar con ellos.

¿Y a partir del lunes, qué?

Teniendo en cuenta las encuestas parece claro que la elección de canciller y la formación de gobierno exigirá una negociación entre al menos tres formaciones políticas. En el caso más reciente, en 2017, ese proceso llevó casi 6 meses, Merkel no consiguió respaldo hasta marzo de 2018. Como no hay límite legal de tiempo hasta que se llegue a un acuerdo, el gobierno actual seguirá en funciones. Así que aún puede quedar Merkel para unas cuantas semanas o meses.

Las opciones que se manejan, nombradas por los colores asociados a los partidos, son:

• Coalición semáforo: socialdemócratas del SDP (rojo), ecologistas de Los Verdes (verdes) y liberales del FDP (amarillos). Probablemente la preferida por Scholz.
• Coalición Jamaica: conservadores de CDU/CSU (negro), ecologistas de Los Verdes (verdes) y liberales del FDP (amarillos). Salvo sorpresa, la única opción de Laschet para que su partido mantenga la cancillería
• Coalición Rojo-Verde-Rojo: socialdemócratas del SDP (rojo), ecologistas de Los Verdes (verdes) y comunistas de Die Linke. No parece la primera opción de Scholz, pero ya funciona en algunos estados federados, como Berlín.

Sea cual sea el color de la coalición que resulte, una cosa es segura: Merkel ya no será canciller.