Metodología frente a contenidos: así fueron las 120 horas de crisis de PSOE y Podemos por la reforma laboral
La intrahistoria del acuerdo alcanzado por el PSOE y Unidas Podemos tras las divisiones en el seno del Gobierno
Madrid
El acuerdo de este miércoles pone fin al encontronazo más fuerte entre los socios de Gobierno desde la salida de Pablo Iglesias y la remodelación del ala socialista. Conversaciones a varias bandas, algunos momentos tensos y 123 horas de crisis, las que pasan desde el tuit el viernes de la ministra Ione Belarra pidiendo una reunión urgente ante las "injerencias" de Nadia Calviño a la confirmación del acuerdo esta mañana.
Esa petición de la secretaria general de Podemos pilló por sorpresa al socio mayoritario. Las llamadas comenzaron a cruzarse y se acordó que el encuentro fuera el lunes, el primer día laborable. Pero en aquel momento las posiciones estaban aún muy alejadas. "El PSOE no va a quedar excluido de la negociación". Eso es lo que afirmó literalmente uno de los dirigente socialistas. Mientras, en el lado morado insistían en los contenidos, en el "qué" y no el "quién" como decía por la mañana la nueva líder de los morados en el Ejecutivo.
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En esa reunión, que termina casi a las diez de la noche, no se traslada aún la metodología que plantean desde el PSOE. Es horas después, ya el martes, y antes del Consejo de Ministros cuando el titular de presidencia Félix Bolaños, la vicepresidenta Yolanda Díaz, y las ministras Irene Montero y María Jesús Montero hacen un aparte y comienza ese debate. Las ministras de Podemos responden que no es una cuestión de nombres, sino de lo que se quiere hacer con la reforma.
No hay consenso. Díaz se va a Roma, en viaje oficial, pero la comunicación sigue. Fuentes de Moncloa anuncian a primera hora de la tarde un principio de acuerdo para incorporar a la mesa de diálogo con los agentes sociales a dirigentes de departamentos socialistas. Un anuncio que rápidamente desmiente el lado morado. La propia Yolanda Díaz, desde Italia, insiste en que el problema es de contenidos.
En ningún momento, según las fuentes consultadas, hablan directamente el presidente y la titular de Trabajo. En el entorno morado subrayan que no hizo falta y que no se llegó a ese nivel de tensión. Las conversaciones se llevaron a cabo en dos frentes: por un lado, la vicepresidenta segunda y Félix Bolaños; y, por otro, el propio ministro de presidencia y Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo y mano derecha de la vicepresidenta, sobre quienes pivota la negociación. Aunque también hay conversaciones paralelas entre María Jesús Montero, Ione Belarra e Irene Montero.
Hay en el PSOE quien trata de poner el foco en la labor "facilitadora" de la ministra de Igualdad pero son Bolaños y Pérez, fuentes cercanas a la dirigente gallega, quienes dejan todo casi cerrado en la noche de este martes.
Pero aún quedan flecos que se dirimen durante la misma mañana del miércoles. Ahí se produce uno de los momentos más delicados. Ante la insistencia socialista en la metodología, Diaz, desde Roma, pasa la presión a Sánchez instando a que se ponga al frente de la coordinación. Algo que no sentó bien a su socio. Fuentes socialistas aseguran que la vicepresidenta segunda ya conocía el acuerdo por el que el presidente encabezará la reunión del próximo martes. Un extremo que niegan desde el entorno de Díaz. Se enteraron después de la rueda de prensa, celebrada a las 9 y media de la mañana.
A partir de ahí todo se precipita. Ya en la reunión de la mesa de diálogo social prevista para este miércoles por la mañana, el secretario de estado de Empleo traslada a los agentes sociales la nueva metodología. Moncloa confirma el acuerdo por el que ambos consiguen lo que querían a las 12:45 de la mañana. Unos logran la presencia en la mesa, los otros. que se concreten los contenidos antes de cada negociación.
Díaz da las gracias al presidente e insiste en que la coalición sigue teniendo buena salud. La portavoz Isabel Rodríguez insiste en que no es una tutela. Los socios rebajan la tensión y vuelve el idilio. Al menos de momento. La derogación de la reforma laboral está prevista para antes de fin de año. Y quedan muchas horas para que la metodología y los contenidos se acaben de dar la mano.