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La cara oculta del pádel profesional, el deporte de moda en España

Según datos del CSD, es el deporte que más ha crecido en los últimos años en nuestro país

Tan solo unos 50 jugadores/as se dedican íntegramente al pádel profesional

Lima y Tapia, contra Tello y Chingotto, durante un partido de World Pádel Tour disputado esta temporada / Oscar J. Barroso / Europa Press Sports via Getty Images

Lima y Tapia, contra Tello y Chingotto, durante un partido de World Pádel Tour disputado esta temporada

Madrid

¿Podías vivir del pádel?

Sí, me daba para pagar los costes, que son muchos.

¿Pero vivir?

¿Vivir? Sobrevives. Cubría mis gastos de vida, de entrenamientos y no me pidas mucho más porque no puedo.

Javier Concepción llegó a ser reserva de Máster y formaba parte de la pareja número 10 del mundo. Sin embargo, con 27 años lo dejó en busca de estabilidad. Como para todos los jugadores de pádel profesional, la publicidad era imprescindible para Javier, que en alguna ocasión sufrió impagos, problema que padecen muchos profesionales del mundillo. "Veía el futuro con incertidumbre", cuenta en la Cadena SER.

Tras 15 temporadas en World Padel Tour (WPT), Gerard Company colgó la pala en 2019. Responde con amabilidad a la llamada de la Cadena SER desde su muy querida Girona. Admite que, a pesar de llegar a ser el número 23 del mundo, nunca pudo vivir del pádel. "Siempre tuve que trabajar, siempre tuve que dar clases y gestionar un club. Todo el dinero que ganaba en las clases lo invertía en los viajes para competir. Me tiraba todo el día, acababas reventado, era muy duro", detalla.

Gerard Company, a la derecha de la imagen, junto a su pareja, antes de un partido contra Agustín Tapia y Sanyo Gutiérrez

Gerard Company, a la derecha de la imagen, junto a su pareja, antes de un partido contra Agustín Tapia y Sanyo Gutiérrez / Gerard Company

Gerard Company, a la derecha de la imagen, junto a su pareja, antes de un partido contra Agustín Tapia y Sanyo Gutiérrez

Gerard Company, a la derecha de la imagen, junto a su pareja, antes de un partido contra Agustín Tapia y Sanyo Gutiérrez / Gerard Company

"Después de entrenar comía un bocadillo como podía en el coche y desde la 13:00 hasta la noche me tiraba dando clases (como profesor). Eran muchos viajes, mucho sacrificio, yo solo con el coche, las comidas, mucho tiempo fuera de casa... Fue muy duro", añade.

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Es difícil encontrar una localidad española que no tenga a 10 kilómetros de distancia uno o varios clubes de pádel, y encontrar pista libre es una odisea para los jugadores que no han reservado con varios días de antelación. Que el pádel es el deporte de moda en España es innegable y los datos lo sustentan. Según el Consejo Superior de Deportes (CSD), fue el deporte que más creció en España en licencias desde 2016 hasta 2019: ya tiene más que el tenis y en los últimos diez años se han disparado un 283%. Los datos posteriores a la pandemia del COVID-19 aún no son públicos, pero prometen sustentar este crecimiento debido al boom que se ha producido estos últimos meses. Esto es aún más llamativo si tenemos en cuenta que, a diferencia de otros deportes como fútbol, baloncesto o voleibol, el pádel lo disputan eminentemente por jugadores aficionados no federados —no licenciados—.

España es la cuna del pádel gracias al World Padel Tour (WPT), la principal organización mundial. De los 19 torneos más importantes que se disputan en la temporada 2021, 14 son en España, donde acuden deportistas de todos los países del mundo para intentar dedicarse profesionalmente al pádel.

Sin embargo, a pesar de ser el décimo deporte deporte con más licencias y de estar en boca de cada vez más gente, solo el 1,6% de los Deportistas de Alto Nivel (DAN) de nuestro país son jugadores de pádel. En concreto, 90.

11.000 kilómetros por un sueño

Federico Mouriño decidió con 19 años dejar atrás a sus amigos, casi toda su familia y su vida tal y como la conocía en su Argentina natal para perseguir su sueño. Ahora tiene 22, es el número 125 del WPT y sigue peleando día a día para triunfar. Forma parte del torneo, es profesional, pero no obtiene ingresos suficientes para vivir: "Tengo que dar clases para mantenerme. Si no, es imposible. Doy clases todas las tardes. Por la mañana entreno unas tres horas, más algún partido algunos días y por la tarde todos los días doy clases de 16:30 a 22:00", nos explica.

Fede tiene patrocinadores que apuestan por su juventud y su desempeño en el mejor circuito de pádel del mundo, pero no es suficiente. "No me da para vivir", lamenta. "Tus horas de dar clase son horas que tus rivales están aprovechando para entrenar o descansar", apostilla.

Fede Mouriño, durante un torneo Challenger

Fede Mouriño, durante un torneo Challenger / Fede Mouriño

Fede Mouriño, durante un torneo Challenger

Fede Mouriño, durante un torneo Challenger / Fede Mouriño

Tiene que pagar de su bolsillo los viajes para jugar, el alojamiento y la comida durante el tiempo que esté fuera de casa en los diferentes torneos de WPT a lo largo y ancho de España y fuera de ella, y no obtiene ninguna ayuda. Cada viaje se organiza con otros cuatro jugadores del circuito para ir en el mismo coche y dormir en la misma habitación con el objetivo de reducir los costes: "Es todo de nuestro bolsillo... Tenemos que buscarnos un poco más la vida para que sea rentable, si no es imposible". "Es duro, pero es lo que me gusta", resume con firmeza.

Una de sus ídolas, como de cualquiera que lleve años siguiendo pádel, es Carolina Navarro, número 1 del mundo durante nueve años. A sus 45 años sigue en el top: es la número 18 del circuito y continúa dando mucha guerra. Carolina nos cuenta que sí vive de su actividad: "Tengo la suerte de poder hacerlo, porque no todas las jugadoras pueden. De hecho, bastante pocas, somos muy pocas las que vivimos del pádel". Carolina ha recibido dinero por premios este año, ya que ha ganado un Challenger, ha sido finalista en dos más, semifinalista en otro y ha llegado hasta tres veces a cuartos de final de torneos Máster, los más importantes y mejor pagados.

Sin embargo, es un pagador volátil el que le permite mantenerse: "Vives de tus patrocinadores. En mi caso, te diría que el 80% de mi sueldo es de patrocinadores". Eso las más 'afortunadas': "Prácticamente todas las jugadoras dan clases o hacen algún otro trabajo a parte", lamenta.

Es una de las mejores jugadoras de la historia, pero el pádel profesional no asegura su futuro. Una lesión puede secar sus ganancias, como también lo hizo la cuarentena, unos meses que, recuerda, vivió con angustia: "Estaba la incertidumbre de si nos pagarían los patrocinadores. Esa fue la mayor preocupación de todos los jugadores porque no estaba estipulado en nuestros contratos y, obviamente, no podíamos desempeñar nuestra actividad telemáticamente". "Al final, cobramos prácticamente de todos los patrocinadores, pero cuando no sabes lo que va a pasar... Esa incertidumbre fue complicada de gestionar", recuerda.

Su llegada a la cima del pádel no fue un camino de rosas, ya que durante aproximadamente seis años tuvo que gestionar un club y dar clases a la vez que competía. Su perseverancia consiguió que no nos perdiéramos uno de los mayores talentos de la historia.

Los jóvenes, contra todo

Kike Fernández era uno de los mayores jóvenes talentos del pádel en nuestro país. Fue campeón de España en menores —categorías inferiores en tres ocasiones, pero nunca llegó a entrar en el circuito. Recuerda con cariño cómo se impuso en una final a Javier Rico Dasi, el actual número 15 del mundo.

"No tenía medios. La única ayuda que yo he recibido por haber dedicado tanto tiempo al pádel es ser Deportista de Alto Rendimiento", relata. Esto le facilitó el acceso al grado de Ingeniería Aeronáutica —ya que los Deportistas de Alto Rendimiento pueden acceder a cualquier carrera aprobando la selectividad-—, pero no vivir de su pasión: "Los patrocinios no son algo como una beca del Estado. Los patrocinios a lo mejor son de tres o seis meses y muchos no te dan ni dinero".

No recibió ninguna asistencia para dar el paso a ser profesional. "Si había alguna ayuda era del colegio a modo de personal, nada estipulado. Flexibilizar las fechas de los exámenes o algo, pero ninguna ayuda de federaciones", lamenta.

Ahora, con 23 años termina su carrera de Ingeniería Aeronáutica y sigue disfrutando del pádel como aficionado. "Estoy al día de todo, me entero al segundo de las novedades, estoy todo el día mirando", nos cuenta.

Kike Fernández, a la izquierda, junto a su pareja, antes de un torneo amateur

Kike Fernández, a la izquierda, junto a su pareja, antes de un torneo amateur / Kike Fernández

Kike Fernández, a la izquierda, junto a su pareja, antes de un torneo amateur

Kike Fernández, a la izquierda, junto a su pareja, antes de un torneo amateur / Kike Fernández

¿Cómo cobran los jugadores?

Es una respuesta fácil. Según su rendimiento en los torneos. Los jugadores perciben premios en función de hasta dónde lleguen en los torneos y las cantidades oscilan según el tipo de la prueba: desde Challenger a Máster. Además, los 100 primeros jugadores del ránking WPT reciben un fijo anual que varía según su posición. En el caso de las jugadoras, son menos de 60 las que cobran anualmente.

Patty Llaguno, en el Mundial de Pádel

Patty Llaguno, en el Mundial de Pádel / Federación Española de Pádel

Patty Llaguno, en el Mundial de Pádel

Patty Llaguno, en el Mundial de Pádel / Federación Española de Pádel

Ni siquiera los mejores del mundo lo han tenido fácil. Patty Llaguno —número 8 del ránking— y 'Coki' Nieto —número 19— responden a la SER desde Doha, donde en ese momento se encontraban disputando el Mundial con la selección española. Patty recuerda que en sus primeros años "fue duro compaginar el tener que entrenar, competir y a la vez dar clases y buscar otra fuente más de ingresos". Ahora tiene los recursos para dedicarse al pádel profesional, aunque advierte: "Voy año a año".

El ascenso de Jorge 'Coki' Nieto es fulgurante. A sus 22 años ya se codea con los mejores. Aún vive con sus padres y reconoce que "es muy complicado". "Hay jugadores que son profesionales que no pueden dedicarse exclusivamente al deporte. Hay muchos que tienen que dar clases y no pueden vivir del pádel", admite. Explica que tuvo "suerte" porque recibió una beca de la Fundación Damn: "Si no hubiera tenido ese apoyo habría tenido que hacer un esfuerzo económico más grande".

Coki Nieto, en acción, en el Mundial de Pádel

Coki Nieto, en acción, en el Mundial de Pádel / Federación Española de Pádel

Coki Nieto, en acción, en el Mundial de Pádel

Coki Nieto, en acción, en el Mundial de Pádel / Federación Española de Pádel

Según fuentes del WPT, son solo unos 30 jugadores y 20 jugadoras los que viven del pádel en España. Sin embargo, muchos coinciden en que los próximos años son muy prometedores. "En el futuro podrán vivir más jugadores del pádel, es un deporte en auge", asegura 'Coki' Nieto. Coincide Patty Llaguno: "El pádel está creciendo a un ritmo muy alto". El análisis de Javier Concepción es similar: "World Padel Tour ha hecho una apuesta muy grande por sacar el circuito adelante y creo que poco a poco va consiguiendo los objetivos que se marcó hace unos años".

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y es la que tienen los organizadores para evitar que se pierdan talentos como los de Kike Fernández y Javier Concepción, que jugadores como Fede Mouriño no encuentren tantas trabas en el camino y que profesionales intachables como Gerard Company obtengan el rédito que se han ganado durante tantos años.

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David de Gustín

David de Gustín

Trabaja en la sección de deportes de la Cadena SER desde 2017. Es graduado en Periodismo por la Universidad...

 
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