Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, condenada a 2 años de cárcel en Birmania por incitar a la violencia
La exlíder depuesta y Nobel de la paz birmana ha sido condenada por incitación y vulnerar las normas de la COVID-19 en la primera sentencia desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero
Bangkok
La junta militar de Birmania redujo hoy a dos años de cárcel la pena contra la depuesta líder, Aung San Suu Kyi, después de que horas antes un tribunal la condenara a cuatro años de prisión en la primera sentencia por los diversos juicios a los que se enfrenta.
Suu Kyi, de 76 años y que afronta varios juicios, fue sentenciada en una vista en la capital por un tribunal que impuso la misma condena al presidente depuesto, Win Myint, y una pena de dos años de cárcel para el exgobernador de Naipyidó, Myo Aung.
La televisión estatal MRTV anunció esta noche que Suu Kyi pasará dos años bajo arresto en su actual centro de detención, una sentencia reducida después de que el líder de la junta militar Min Aung Hlaing le concedió un indulto parcial.
Dos años por incitación
Fuentes cercanas al juicio, que no pueden identificarse por miedo a represalias por parte de la junta militar, precisaron que la condena de Suu Kyi incluye dos años por incitación a la violencia, según el artículo 505b del Código Penal, y otros dos años por vulnerar la leyes de emergencia por la pandemia.
El delito de incitación, según el artículo 505(b) del Código Penal, se refiere a varios comunicados enviados por el partido de Suu Kyi, la Liga Nacional por la Democracia (LND), para oponerse al reconocimiento de la junta militar poco después del golpe.
La ONU, numerosos Gobiernos como el de Estados Unidos, Reino Unido y Japón, y la Unión Europea han pedido la liberación de Suu Kyi y otros detenidos por la junta militar birmana liderada por el general Min Aung Hlaing. Además, una multitud de organizaciones de derechos humanos la han calificado como "el último ejemplo de la determinación del Ejército de eliminar cualquier oposición y suprimir las libertades en Birmania".
Una decena de casos
Contra la premio Nobel de la paz penden una decena de casos presentados tras la toma de poder por los uniformados, entre ellos acusaciones de corrupción, saltarse regulaciones de telecomunicaciones y violar la ley de Secretos Oficiales, todas castigadas con penas de cárcel.
Los abogados de Suu Kyi señalan que su representada niega todas las acusaciones, aunque hace semanas la junta militar impuso a los letrados la prohibición de hablar con los medios de comunicación.
Suu Kyi fue sentenciada en una vista en la capital por un tribunal que impuso la misma condena por cargos idénticos al presidente depuesto, Win Myint, y una pena de dos años de cárcel para el exgobernador de Naipyidó, Myo Aung, por vulneración del artículo 505(b).
La sentencia también implica la inhabilitación política de los detenidos en el hipotético caso de que la junta celebre elecciones, algo que ha prometido sin fijar una fecha aún.
Golpe de Estado
El golpe de Estado sumió a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Al menos 1.303 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados desde el golpe, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos, según los partes diarios de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también cifra en más de 10.000 los opositores detenidos, entre ellos Suu Kyi.