Yolanda Díaz felicita a Scholz y celebra que su primera medida sea subir un 25% del salario mínimo
La vicepresidenta segunda felicita al nuevo canciller alemán tras ser elegido y convertirse en el sucesor de Angela Merkel tras los 16 años de ésta al frente del gobierno
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. / EUROPA PRESS/E. Parra. POOL (EUROPA PRESS)
Madrid
La vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha felicitado este miércoles al socialdemócrata Olaf Scholz por su investidura como nuevo canciller de Alemania y celebró que la primera medida del nuevo gobierno alemán sea una subida del 25% del salario mínimo.
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En un mensaje publicado en su perfil de Twitter, Díaz felicitó al nuevo canciller tras ser elegido este miércoles por el Parlamento alemán y convertirse en el sucesor de Angela Merkel tras los 16 años de ésta al frente del Gobierno germano.
“Enhorabuena, Olaf Scholz, por tu elección como canciller de Alemania”, escribió la vicepresidenta segunda en su mensaje, para a continuación resaltar que es “una excelente noticia que la primera acción de este Gobierno plural sea una subida del 25% del salario mínimo”.
“La protección social es el corazón de la democracia europea”, agregó Díaz para concluir su mensaje de felicitación al Schulz, quien en septiembre ganó las elecciones federales como candidato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y, tras haber formado parte como ministro del Gobierno de ‘gran coalición’ entre la CDU de Merkel y el SPD, ahora liderará un gobierno junto a verdes y liberales, con quienes llegó a un acuerdo de coalición que incluye la subida del salario mínimo en un 25%.
Felicitación de Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha felicitado a Scholz en Twitter, solo que con un mensaje más genérico: "Comienza una nueva etapa para Alemania con la investidura hoy de Olaf Scholz como canciller. Enhorabuena y muchos éxitos para este tiempo, en el que España y Alemania continuarán trabajando para hacer de la UE un lugar más justo e igualitario para toda su ciudadanía".
Prodigioso ascenso
El socialdemócrata Olaf Scholz ha sido elegido este miércoles canciller federal de Alemania tras un prodigioso ascenso que hace seis meses pocos creían posible y desde su posición de segundo en la última gran coalición de Angela Merkel.
Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas bajo Merkel, devuelve al Partido Socialdemócrata (SPD) la jefatura del gobierno, 16 años después de la derrota de Gerhard Schröder frente a la líder conservadora.
Coalición con Verdes y liberales
Lo hace al frente de una coalición con los Verdes y el Partido Liberal (FDP), los socios que no lograron dirimir sus abismos ideológicos hace cuatro años, cuando la entonces canciller fracasó en el intento de formar con ellos una alianza de Gobierno.
Scholz, un pragmático de la corriente centrista en la familia socialdemócrata, llegó a su objetivo tras una campaña, basada más en el continuismo que en la ruptura con la línea de su entonces jefa de gobierno.
Fuerza más votada
Logró para el SPD el puesto de fuerza más votada en las elecciones generales de septiembre -un 25,7 %-, un porcentaje agrandado por el hundimiento del bloque conservador a su mínimo -un 24,1 %- con Armin Laschet como candidato.
Hace apenas seis meses, los sondeos apuntaban a que el SPD quedaría en tercera posición, por detrás de conservadores y verdes. Scholz empezó a dar la vuelta al marcador impulsado, por un lado, por la falta de credibilidad de Laschet y, por el otro, por sus guiños al electorado, al presentarse como factor de estabilidad tras Merkel, la política mejor valorada del país.
Llegó a dejarse fotografiar en plena campaña mostrando el gesto con las manos en forma de rombo, característico y sello de identidad de la canciller.
Su gestión en Finanzas le permitió crear confianza en muchos sectores, que recompensaron una campaña centrada en las inversiones, la reconstrucción económica y la lucha climática.
Acudió en auxilio de los afectados por las devastadoras inundaciones del oeste del país, prometiendo ayuda urgente, mientras Laschet -jefe de gobierno de un estado federado afectado- seguía con sus deslices.
