El jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), Marco Cavalieri, ha expresado sus dudas acerca de la necesidad de dar dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 «continuamente» ante el temor de «sobresaturar el sistema inmune con repetidas vacunaciones». En rueda de prensa este martes, este representante del organismo regulador europeo ha apuntado que observan con «preocupación» una estrategia de vacunación que suponga vacunar cada tres o cuatro meses, con la salvada excepción de los inmunodeprimidos. «Hay que ir con cuidado de no sobresaturar el sistema inmune con repetidas vacunaciones», ha avisado, remarcando que también está el riesgo de generar «fatiga» entre la población. «Todavía no hemos visto datos con respecto a una cuarta dosis, y nos gustaría ver estos datos antes de poder hacer cualquier recomendación, pero al mismo tiempo, estamos bastante preocupados por una estrategia que implica la vacunación repetida en un corto plazo», ha explicado. Pese a que entiende que se haya administrado una tercera dosis «por la situación epidemiológica actual», Cavalieri ha apuntado que la vacunación no se puede repetir «continuamente». «Sería mejor empezar a pensar en dosis de refuerzo más espaciadas en el tiempo que se sincronicen con el invierno, como se hace con la gripe», ha propuesto. Por otra parte, Cavalieri ha descartado que por el momento se puede tratar la COVID-19 como una gripe. «Se está moviendo hacia una epidemia, aunque todavía no ha alcanzado este estatus. Con la ómicron habrá más inmunidad natural, además de la vacunación, de manera que se avanzará más rápidamente hacia un escenario de epidemia», ha resaltado. En este sentido, ha recordado que ómicron es «muy contagiosa, por lo que el número de personas infectadas es elevado». «Es importante ser consciente de su carga potencial y no descartarla como una enfermedad leve», ha insistido. En cualquier caso, ha tranquilizado diciendo que las vacunas actuales «proporcionan una alta protección contra la enfermedad grave y las hospitalizaciones relacionadas con el ómicron». «Los datos de Sudáfrica muestran que las personas que recibieron 2 dosis tienen hasta un 70 por ciento de protección. Los datos del Reino Unido muestran que, aunque la protección disminuye unos meses después de la vacunación, vuelve a aumentar hasta el 90 por ciento después de la dosis de refuerzo», ha remachado.