Poder, dinero y amor: los culebrones de la actualidad

Madrid

La nueva serie de Netflix ‘Soy Georgina’ no deja a nadie indiferente. Desde que se estrenó las redes sociales se han llenado de comentarios al respecto. El modo de vida de la española ha conseguido que la gente se enganche y saque a relucir la relación entre el dinero y el amor.

Patricia Soley- Beltrán, doctora en Sociología especializada en cuerpo e identidad de género, considera que este es un “viejo fenómeno”. “Georgina es una mujer que acoge los roles tradicionales de madre, de esposa y que refuerza la masculinidad de su marido. Un futbolista de éxito, hombre humilde que, a través de su trabajo y desde la nada, llega a ser multimillonario”. Además, hace hincapié en que “el éxito de Georgina tiene que ver mucho con el de él”. El fenómeno de Georgina, como no podía ser de otro modo, no está exento de polémica.

Hace un par de semanas el presidente de la CNN, Jeff Zucker, dimitió por haber ocultado su relación sentimental con una empleada de la misma cadena, Allison Gollust, vicepresidenta ejecutiva. Que dimitió también esta semana.

Las normas de la empresa, de la CNN, obligan a sus trabajadores a comunicar este tipo de relaciones. La abogada laboralista Paloma Zamora nos cuenta que, en España, “hay protocolos éticos que establecen estas cuestiones”. Que una empresa despida a una persona por el hecho de mantener una relación con un compañero de trabajo, “es una injerencia en los derechos de los trabajadores”. Y recuerda que “una cosa son las relaciones laborales y otras las personales”.

La clave es ver si esa relación “afecta al seno de la empresa o a los clientes”. “Si es íntima y no afecta a tu trabajo no tendría que haber problemas”. “Despedir a una persona sin una consecuencia es un abuso dentro de ese poder, con lo cual ese despido es improcedente”, concluye la abogada.