El 'Buzón Violeta' del IES Galileo-Galilei recoge una decena de casos de acoso en lo que va de curso

Córdoba

En el año 2021, una iniciativa puesta en marcha por el Instituto de Educación Secundaria Galileo-Galilei de Córdoba recibió uno de los Premios Meridiana que concede el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Durante ese curso, se puso en marcha el 'Buzón Violeta', un punto de denuncia de situaciones de acoso, maltrato o desigualdad instalado en uno de los pasillos del centro y que permite informar de estas anomalías en la convivencia educativa.

A día de hoy el buzón está vacío, pero no por falta de casos. La vicedirectora del instituto, Susana Lázaro, explica que su instalación durante el curso anterior favoreció la creación de un espacio seguro para hablar entre alumnado y equipo docente. "Lo instalamos para que los testigos pudieran denunciar, pero hemos notado tanta concienciación que hemos pasado a que los alumnos nos lo cuentan directamente", explica.

La responsable del centro explica que la boca de correo sigue instalada, "pero lo cierto es que no hemos recibido ninguna carta en este curso 21/22". Eso sí, matiza, "eso no implica que no existan casos". Ahora, dice Lázaro, "los estudiantes suelen buscar a los coordinadores de Igualdad para contárselo y ahí empieza un protocolo de investigación, escucha y actuación".

"Una gran parte del profesorado no sabe lo que hacemos", alega, "pues la discreción es fundamental". La vicedirectora tiene la percepción de que "estamos dando pasos hacia atrás, especialmente con el alumnado más joven". Y alude a un incremento del acoso escolar.

En esto, asegura, "no hay tintes de género, pues hay niñas que acosan a niñas, niños que acosan a niños, niños que acosan a niñas y viceversa". Admite que "con las nuevas tecnologías, magnificar ese acoso es ahora más fácil", aunque dice, "ahora los centros y profesores estamos más preparados, porque contamos con más medios y protocolos para atajarlo".

A este respecto, recuerda que "basta con que exista una sospecha para activar un protocolo de investigación sobre bullying". De este modo, aunque el caso finalmente se trate de una situación puntual o aislada, el centro tiene la obligación de hacer un seguimiento.

"RETROCESO EN LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA"

El Barómetro sobre Juventud y Género 2021 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD muestra que un 20% de los jóvenes encuestados de entre 15 y 29 años niega la existencia de la Violencia de Género. En el aula, dice Susana Lázaro, "se percibe que estamos retrocediendo, porque hay fuentes de información que no controlamos y en cuestiones de sexualidad hay chicos y chicas que están aprendiendo a través de la pornografía"

La experiencia del equipo de Igualdad del IES Galileo-Galilei, apunta a que encuentran dos casos principales. El primero de ellos es, concreta Lázaro, "el alumnado que vive la violencia en su casa porque su madre lo sufre, lo cual implica un trance muy grave".

Además del impacto psicológico y en el desarrollo personal de esos menores, hay estudios que prueban la relación entre la exposición a la Violencia de Género y el rendimiento en clase. Un estudio de la Universidad de Alicante (Rosser, Suriá, Villegas; 2014) difundido por la Sociedad Española de Pedagogía, analizó varios casos de menores testigos de violencia en sus domicilios.

El 39 % de los casos presentó un rendimiento bajo, el 38 % tenía niveles bajos de adaptación al entorno escolar, el 33 % no llevaba los trabajos al día y un 15 % presentó comportamientos desafiantes ante sus compañeros, recoge el citado estudio.

Y a esto se suma algo "todavía más preocupante", apunta la vicedirectora del Galileo-Galilei: "las alumnas que lo sufren por parte de sus parejas, algo que encontramos en todas las edades y también en los módulos de Formación Profesional", aunque reconoce, "mientras más pequeña seas, peor".

Solo de este curso, el equipo de Igualdad del I.E.S. Galileo trabaja en una decena de casos de chicas que sufren acoso o maltrato por parte de sus parejas. Estos se añaden, apunta Lázaro, "a los casos de otros años que todavía no se han cerrado, varios de los cuales nos llegaron a través del buzón violeta".

Aquí, resalta, la "importancia de los testigos es brutal, pues muchas veces son compañeros y compañeras de esas alumnas los que nos ponen en alerta". De hecho, admite, "cuando una alumna llega a nosotros directamente, motu proprio, es por que la cosa está ya muy mal".

MÁS ALLÁ DEL BUZÓN

El Buzón Violeta no es una 'estructura' exclusiva de este centro cordobés, hay muchos otros que cuentan con él. Pero sí es cierto que en la provincia fueron pioneros en ponerlo en valor. Ahora, el IES Galileo Galilei se ha convertido en Punto Violeta, un instrumento estatal que permite que cualquier vecino pueda acudir al centro a buscar información y que incluye formación para el personal del instituto para que conozca los recursos disponibles para atender a una víctima.

Además, el instituto pone en valor que allí se imparten clases del Ciclo Superior de Promoción de Igualdad de Género. Cada año, una media de 30 alumnas egresan de esta especialidad.