Carolina Durante: "No somos 'influencers', joder"
La banda madrileña, que acaba de publicar su segundo disco, 'Cuatro chavales' reflexiona sobre la fama y el poder de YouTube Spotify
Carolina Durante: "No somos 'influencers', joder"
MADRID
Un grupo de colegas se va de concierto. Sobre el escenario, dos bandas: Perro y Belako. Y salen tan flipados que deciden montar un grupo. Así nació Carolina Durante. Una banda de la que, muy poco tiempo después, se decía que no escribían canciones sino himnos generacionales. Y uno de ellos, sin duda, fue Cayetano. Una caricatura de los pijos con los que una vez compartieron camping en el FIB. Una caricatura que, en realidad, ha precedido a otras muchas y que ha convertido a estos cuatro amigos en Tu nuevo grupo favorito. A la postre, la parodia que hacen de ellos mismos.
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Diego Ibáñez, Mario del Valle, Martín Vallhonrat y Juan Pedrayes han visitado los estudios de la Cadena SER para hablar de su segundo disco, Cuatro chavales (Sonido Muchacho, 2022), y aseguran que, pese a la inquietud por las expectativas generadas y por los efectos del parón pandémico, están contentos con la acogida. "La prensa nos está tratando muy bien y el otro día la gente cantaba las canciones, que al final es donde ves si un disco funciona", explican.
Carolina Durante están en la cresta de la ola y, de hecho, acarrean cierta fama de entrevistados difíciles. Pero a Fuego y Chinchetas han venido como si —de verdad— solo fuesen cuatro chavales. Incluso les hemos criticado —que al principio sonaban mal, que la voz no es su fuerte o que tienen fama de rancios— y, aun con todo, nos han dado las gracias porque se han sentido a gusto. Publican temarracos y encima son humildes: ¿qué más se puede pedir?
"Un disco ligero y divertido"
Lo que no llevan del todo bien es que les exijan venirse arriba cuando están de promo: "A veces llegamos a una sesión de fotos y no nos apetece nada. La mayoría de las veces. Estamos como cuatro palos, pero nos dicen: '¡Venga, hazlo más divertido!'. Y no se nos da bien... O nos piden que grabemos un saludo para un festival, y lo hacemos... Pero luego nos piden que sea 'más rock'. No, tío, no es nuestra movida. No somos influencers, joder".
Tampoco pasarán a la historia como cronistas del COVID porque han optado por evitar cualquier mención directa: "Podríamos haber hecho una canción sobre las mascarillas o la distancia de seguridad, pero es más honesto hablar de cómo se te queda el cuerpo después de estos dos años, sobre cómo ha cambiado tu vida o sobre cómo es ese vacío. Eso es lo que va a hacer que tu disco tenga profundidad y que se siga escuchando dentro de 10 años", señala Martín.
"Hemos querido desmarcarnos del mensaje generacional y hacer un disco ligero y divertido. Pero aunque parezca que hacemos lo que queremos, en realidad hacemos lo que podemos", matiza Mario.
Su faceta más gamberra, de hecho, puede verse en sus letras y videoclips. En el de Granja escuela, por ejemplo, se acercan al mundo de las adicciones disfrazándose de "secta detox" para luego vengarse "con una masacre" del presentador de un anuncio de apuestas (interpretado por Alonso Caparrós). "Es que soy muy friki del mundo sectas, religiones extrañas, Charles Manson y todo este rollo", confiesa Mario, que además de guitarrista, también es antropólogo.
La mejor canción del disco
Lo que no tienen claro es cuál sería la mejor canción de Cuatro chavales : ¿Granja escuela, Tu nuevo grupo favorito, Aaaaaa#$!& [a la que, en realidad, llaman Hostias], La planta que muere en la esquina, No es tu día, 10... o Famoso en tres calles, que fue la séptima mejor canción de 2021 para Fuego y Chinchetas? De entrada, la extensión de la pregunta ya dice mucho del nivel de calidad del disco. Pero no hay consenso dentro ni tampoco fuera de la banda.
"Me llama la atención que la gente esté centrando más atención en las canciones que no son single. De repente Yo soy el problema es la canción favorita de todo el mundo. Mucha gente nos escribe y nos dice que seleccionamos mal los singles", señala Martín.
En lo que sí hay unanimidad es en el hecho de que lo que más les gusta de tener un grupo es poder salir de gira —llevan la cuenta de las pocas capitales de provincia en las que aún no han tocado— y Diego reconoce, además, que su nivel de excitación es directamente proporcional a la entrega del público. "Tocas en Madrid y, claro... Bueno, en todos lados menos en Galicia, que son unos fríos. Viene mazo peña, pero no me engorilo tanto".
YouTube y Spotify
Dado que el 50% del grupo es muy madridista —"Mario y Juan no son del fútbol"— optamos por vacilarles con un dato: que su éxito en Spotify puede acabar contribuyendo al posible fichaje de Haaland por el Barça (la compañía sueca patrocinará al equipo el año que viene). Pero Martín responde muy serio que, en realidad, Spotify "subvenciona cosas mucho peores" y, ante el silencio incómodo, Juan dice lo que todos pensaban: '¡Calla, que luego no nos meten en las listas!'.
¿Tanto poder tienen estas plataformas? "¡Claro! Nadie puede ser del todo independiente, a no ser que seas Taylor Swift y te permitas regrabar toda tu discografía para joder al sello, o que rechaces contratos millonarios como Kanye West. Pero no he podido hablar con él para que me pase números", ironiza Diego.
El origen de Cayetano
Pero tratándose de su primera visita al programa, no queríamos dejar pasar la oportunidad de confirmar cuál fue el verdadero origen de Cayetano, su gran hit. Un éxito (mejor canción de 2018 para Fuego y Chinchetas) que ya es historia del indie español y que surgió de un botellón en el camping del FIB en el que, según cuentan, tenían cerca un grupo de "chavales majetes" pero bastante pijos.
Como no recordaban su nombre, empezaron a llamarles Cayetano. Pero lo que empezó como una broma se ha acabado convirtiendo en una palabra de su o común. La Red de Neología del Español, de hecho, ha escogido cayetano como palabro del año.