Un hermano como Marruecos

Barcelona

España y Marruecos, según la carta enviada por Pedro Sánchez a Mohamed VI, ya vuelven a ser, además de vecinos, hermanos que van a llevarse bien. Y aquí no ha pasado nada. Volvemos a ser familia, por interés geopolítico, de un régimen que es de todo menos democrático.

¿Que se trata de un país cuyo gobierno es capaz de arrojar al mar a sus niños para hacer presión política? No importa, qué más dan los marroquíes, si no son ucranianos.

¿Qué más da la gente que sufre la represión en las cárceles del Reino Alauita? ¿Qué importa que se vulneren los derechos humanos? ¿Que a uno le da por ser gay en Marruecos y puede enfrentarse a penas de cárcel por gustarle las personas del mismo sexo? No pasa nada, Mohamed VI no es Putin, seguro que si somos hermanos de Marruecos es porque el hijo de Hassan II es mucho más abierto y tolerante.

Que sigue habiendo matrimonios infantiles, que las leyes siguen siendo discriminatorias para las mujeres. Bueno, seguro que no es para tanto.

No se puede equivocar un gobierno tan feminista en lo que a igualdad se refiere. Seguro que las marroquíes están muy bien como están. Y los marroquíes y los saharauis y los inmigrantes llamados ilegales porque tienen la desgracia de huir de guerras africanas y no europeas. El precio del gas bien vale estos insignificantes sacrificios.