«Esta mañana el Gobierno de España ha tomado la decisión de expulsar a varios diplomáticos rusos y personal de la embajada rusa ya que representan una amenaza para las intereses de seguridad de este país», ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la rueda posterior al Consejo de Ministros, donde ha concretado que serán alrededor de 27 personas aunque todavía están «terminando la lista» y que «se les dará unos días, no muchos». En concreto, Exteriores ha dado siete días a los diplomáticos para que abandonen el país. El embajador no estará incluido en esa lista: «Queremos darle una oportunidad al diálogo, queremos mantener la figura del embajador en España y del embajador español en Rusia porque no perdemos la esperanza de que la guerra de Putin termine», ha aclarado. Albares también ha señalado que, tras esa rueda de prensa, explicará a los distintos grupos parlamentarios esta decisión que ya han tomado otros países como Bélgica, Polonia, República Checa, Irlanda y, más recientemente, Francia, Alemania, Dinamarca e Italia. «Las insoportables imágenes de las matanza de Bucha nos indignan profundamente», ha asegurado el ministro, que pide que esos ataques «sean investigados de forma inmediata y que los responsables sean castigados por ello». El Gobierno no espera que haya represalias por parte de Rusia más allá de una acción similar: Suele responder con el mismo número de personal y con el mismo estatus diplomático. «Lo que no será simétrico serán los motivos, si es que se produce esa esa expulsión de diplomáticos españoles». Además, el Gobierno confía en no tener que ampliar más allá de junio el plan extraordinario por la guerra: «Lo importante sería que, como consecuencia de la política internacional, hayamos podido parar a Putin en esta guerra tan injusta», ha asegurado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. Por su parte, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha explicado que «el impacto de la guerra de Putin puede ralentizar la recuperación económica, pero no pone en riesgo esta recuperación». Tras el anuncio de Albares, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha asegurado que «habrá la correspondiente reacción». El responsable de Exteriores también ha anunciado que el presidente Pedro Sánchez viajará este jueves a Rabat para reunirse con el rey de Marruecos, Mohamed VI: «Tras el encuentro, tendrá lugar un iftar, una ruptura del ayuno [por el Ramadán] y una cena, un signo de amistad muy fuerte del rey», ha apuntado, sin concretar la agenda de Sánchez en su visita que se encuadra dentro de un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países tras el acuerdo sobre el Sáhara. Albares tampoco ha precisado si está previsto otro viaje a Argelia, donde no ha sentado muy bien el acuerdo de España con Marruecos, pero ha recordado que ese país «ha sido siempre un socio de España y que siempre ha cumplido escrupulosamente sus contratos, especialmente en materia de gas y petróleo».